La Alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, sigue atentamente los detalles de la operación estadounidense en la que fue muerto el jefe de Al Qaida, Osama Bin Laden, indicó el miércoles la organización.

“Tomo nota de que Estados Unidos indicó claramente que si podía su intención era detener a Bin Laden (y) comprendo enteramente que ésto habría sido difícil”, precisó la Alta comisionada.

“Era una operación compleja y habría sido útil conocer con precisión los detalles en torno a la muerte” de Osama Bin Laden, subrayó, agregando que las operaciones anti-terroristas debían respetar el derecho internacional.

La Alta comisionada de la ONU para los derechos humanos había precisado que el líder de Al Qaida muerto el lunes por 79 hombres de las fuerzas especiales estadounidenses en un elegante complejo residencial del norte de Pakistán, había asumido la plena responsabilidad de sus actos, incluyendo matanzas que podían ser calificadas como crímenes contra la humanidad.

Más de 48 horas después de la muerte de “Gerónimo”, nombre de código de Osama Bin Laden durante una incursión estadounidense, los detalles sobre la operación de 40 minutos han seguido filtrando.

Bin Laden no estaba armado, afirmó Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca.

“Si hubiese sido capturado y puesto a disposición de la justicia, no me cabe duda que habría sido acusado de lo más grave, en particular la matanza de civiles” en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos “que fueron planificados y sistemáticos y que equivalen a crímenes contra la humanidad”, insistió Navi Pillay.

Según ésta, Osama bin Laden era “un hombre muy peligroso que glorificó su implicación” en ataques de Al Qaida y “reclamó la comandancia de los más horribles actos terroristas”.