Osama Bin Laden, que estaba desarmado y con pocos hombres a su alrededor cuando fue ultimado por un comando estadounidense en Pakistán, habría optado por la discreción para eludir a quienes tardaron 10 años en encontrarlo.

En 45 minutos, las fuerzas especiales estadounidenses lograron tomar por asalto la casa en la que se escondía el hombre más buscado del planeta, junto con familiares suyos, en Abbottabad, una tranquila ciudad rodeada de montañas, al norte de la capital paquistaní.

Tras echar abajo el portón metálico, los miembros de estas fuerzas especiales, que se habían tirado de helicópteros, no encontraron prácticamente ninguna resistencia, según los numerosos testimonios de habitantes de la zona.

“Oimos algunos disparos y gritos de mujeres y niños”, antes de que el comando se retirara con el cuerpo del líder de Al Qaida, dijo a la AFP Mohamad Qasim, un vecino.

Los estadounidenses mataron a cuatro hombres (Bin Laden, un hijo y un hermano suyos, y un mensajero) y una mujer, afirmando no haber capturado a nadie vivo. Según ellos, los demás habitantes de la casa “no eran combatientes”.

Para un policía paquistaní, Qamar Hayat Jan, quien visitó la casa, se hallaron rastros de sangre en dos habitaciones.

El propio Bin Laden estaba desarmado cuando lo mataron, tal como reconoció el martes la Casa Blanca y “no tenía ningún comando que pudiera defenderlo”, afirmaron fuentes policiales en Abbottabad.

En este barrio más bien rico y liberal, el perfil sumamente conservador de quienes vivían con Bin Laden (la gente de la zona afirma no haber visto nunca al líder de Al Qaida) llamaba la atención, por lo cual hubiera sido más riesgoso aún tener una fuerte custodia.

“La mejor manera de pasar desapercibido, es no tener guardias de seguridad”, estimó el periodista paquistaní Imtiaz Gul, considerado un experto de Al Qaida.

“A los hombres armados se los detecta a través de un satélite”, declaró el analista paquistaní Hasan Askari.

Además, la casa blanca de tres pisos en la que vivía Bin Laden era relativamente común para la zona.

Sin embargo, el terreno en el que se encontraba, tres veces mayor que el tamaño medio de los terrenos del barrio, parece haber sido uno de los motivos que llevaron a los estadounidenses a investigar al respecto.

La casa también tenía murallas de hormigón de más de cuatro metros de altura con alambre de púa. “Cerca de una zona rural, tampoco llama la atención tener protecciones de ese tipo”, afirmó Mohamad Kareem Jan, jefe de policía del distrito de Abbottabad.

Para una fuente occidental, la seguridad de Bin Laden dependía pura y exclusivamente de la discreción y el secreto.

“Si hubiera tenido una fuerte custodia, los estadounidenses hubieran procedido de otro modo (…) Podrían haber lanzado un misil, en cuyo caso no hay medida de seguridad que valga”, estimó esta fuente especializada en seguridad.