Los operarios muertos por la explosión de una mina en México aumentaron a cinco tras encontrarse dos cuerpos más la noche del martes al miércoles y hay pocas esperanzas de encontrar vivos a nueve que quedaron atrapados, informó la secretaría del Trabajo.

“Ya llevamos cinco cuerpos sin vida que se han encontrado (…). El panoarama es desolador, no hay señales de vida (de los otros nueve) y el pronóstico es malo”, dijo el secretario del Trabajo de México, Javier Lozano, a la emisora Televisa.

La explosión, que también dejó a un menor de 14 años gravemente herido con amputación de brazo, ocurrió la mañana del martes en una mina de carbón del poblado de Sabinas, en el distrito de Coahauila (norte), fronterizo con Estados Unidos.

Lozano explicó que en el transcurso del miércoles se espera la llegada de un equipo de expertos chilenos enviados por el gobierno de ese país a solicitud de la cancillería mexicana.

Los cadávares de los cinco trabajadores muertos “ya han sido subidos a la superficie y han sido identificados por sus compañeros y familiares”, añadió Lozano.

“Una explosión de esta magnitud hace suponer que pudo haber ocurrido una muerte instantánea. Lo que dicen los expertos es que la probabilidad es casi nula de que pudieran sobrevivir” los otros nueve trabajadores que se encontraban en la mina, añadió.

Las labores de rescate en la mina iniciaron poco después de las 07h00 horas (12H00 GMT) y, de acuerdo con el secretario del trabajo, se ha dispersado la mayor parte de los altos niveles de gas metano, probable causa de la tragedia y que durante horas impidió el acceso de los rescatistas.

En febrero de 2006, en el poblado de Nueva Rosita, cercano a Sabinas, una explosión en la mina de Pasta de Conchos dejó 65 mineros muertos de los que hasta ahora sólo han sido rescatados dos cuerpos.