Árabes y musulmanes estadounidenses celebraron la muerte de Osama bin Laden señalando que se hizo justicia, pero con las heridas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 aún abiertas, siguen cautelosos ante las posibles represalias de Al Qaida.

“Estamos muy felices de escuchar la noticia de que ha sido eliminado”, dijo Osama Siblani, editor del semanario bilingüe The Arab American News, publicado en Dearborn, Michigan (noroeste), donde vive una de las mayores comunidades de árabes y musulmanes estadounidenses y donde la ira desatada contra los musulmanes tras el 2001 se percibió claramente.

“La gente está muy contenta de que haya pasado esto, porque quieren que se cierre este triste capítulo”, dijo Siblani a la AFP. “Ellos entienden mejor que nadie cuánto daño ha hecho este hombre al mundo musulmán y al mundo árabe”.

Los líderes comunitarios recibieron la noticia con un suspiro de alivio, pero advirtieron a los residentes que permanecieran en guardia contra un posible contragolpe de Al Qaida tras la muerte de su líder.

“Hemos alcanzado un objetivo muy importante, pero la lucha continúa”, dijo Siblani. “Hay extremistas que nos quieren hacer daño, a todos nosotros. Vamos a estar vigilantes y vamos a informar de todo lo que sea sospechoso”.

Dawud Walid, titular de la filial de Michigan del Consejo de Relaciones Estadounidense-Islámicas, dijo estar feliz de que se “haya hecho justicia”.

“Cualquier persona que vea a Osama bin Laden como algún tipo de santo mártir está muy equivocada”, dijo Walid. “No hay nada sagrado o justo en lo que Bin Laden representó”.

Walid dijo que espera que la eliminación de Bin Laden ayude a Estados Unidos a sanar las cicatrices de los ataques de 2001, que mataron a casi 3.000 personas, pero advirtió contra la “euforia”.

“Estamos satisfechos de que se haya hecho justicia, pero sigue siendo un momento serio para nuestro país”, agregó Walid.

La muerte de Bin Laden no será suficiente para deshacerse de la paranoia y la islamofobia que ha infectado Estados Unidos y llevó a erosionar las libertades civiles, dijo Walid.

Hay una sensación de “alivio” y “júbilo” en la comunidad musulmana ahora que el hombre acusado de “empañar la imagen del Islam se ha ido”, dijo el influyente imán Sayed Hassan Al-Qazwini del Centro Islámico de Estados Unidos en Dearborn.

“Yo creo, y muchos musulmanes en Estados Unidos comparten esta creencia conmigo, que el hombre era un matón”, dijo Al-Qazwini a la AFP.

“Ahora que está muerto, y ahora que Medio Oriente vive una renovación y un renacimiento de la democracia, el mensaje de que la violencia no es la manera de conseguir algo resonará en las mentes de muchas personas en Medio Oriente y otros lugares”, agregó.

Muchos en Dearborn confían en que la muerte de Bin Laden aliviará las tensiones.

“Estoy muy feliz. Bin Laden estaba haciendo quedar mal a los musulmanes”, dijo Salah Allamoth, de compras en el mercado árabe de carne.

Otros, como Yasmin Saad, que almuerza con su hija de tres años en Dearborn, no olvidan la atmósfera de sospecha después de los atentados de 2001.

“Me hizo sentir insegura e infeliz”, dijo. “A esta altura, su muerte es anticlímax, pero me alegro de que haya terminado”.

Monthir Alsaid, que vende tarjetas telefónicas y teléfonos desechables en una tienda, fue más lejos y dijo que esperaba que ahora el presidente estadounidense Barack Obama saque al líder libio Muamar Gadafi.

“Deberíamos aplastarlos a todos como las cucharachas que son”, afirmó.