La lucha contra el financiamiento de Al Qaeda y sus filiales no ha terminado pese a la muerte de su líder, Osama bin Laden, declaró el martes un alto funcionario del Tesoro estadounidense.

“La muerte de Bin Laden marca evidentemente una etapa de gran importancia (…) Esto hizo desaparecer a una persona que era un símbolo útil para conseguir fondos”, dijo David Cohen, subsecretario interino del Tesoro, encargado de la lucha contra el terrorismo y la criminalidad financiera.

Sin embargo, “estimamos que eso no significa, en ningún modo, que ya no debamos hacer esfuerzos en materia de lucha contra el financiamiento” del terrorismo, agregó Cohen ante la Comisión bancaria del Senado estadounidense.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el domingo en la noche que un comando de su país había abatido a Bin Laden en Pakistán.

Luego de haber recibido el apoyo de la CIA para luchar contra las tropas soviéticas en Afganistán, Bin Laden puso su red Al Qaeda al servicio de yihad (guerra santa) contra Estados Unidos y sus aliados.

El clímax de esta ofensiva fueron los ataques del 11 de septiembre, que dejaron cerca de 3.000 muertos.

Cohen compareció ante la Comisión del Senado para obtener la confirmación definitiva de su cargo ministerial.

A principios de abril, Cohen se quejó ante la misma comisión por la escasa cooperación de Kuwait y de Qatar con Estados Unidos en materia de lucha contra el financiamiento del terrorismo.