Estados Unidos dijo el martes que se abstuvo de informar a Pakistán del operativo con el que eliminó a Osama Bin Laden por temor a que lo alertara, y reveló nuevos detalles de la muerte del jefe de Al Qaida mientras evalúa publicar la que dijo ser una “atroz” foto de su cadáver.

“Se decidió que cualquier esfuerzo por trabajar con los paquistaníes podría poner en riesgo la misión: ellos podrían alertar a los objetivos”, dijo el director de la CIA, Leon Panetta, en una entrevista con la revista Time.

Pakistán expresó su preocupación por la operación estadounidense en cercanías de Islamabad, y estimó que este tipo de “acciones unilaterales no autorizadas” no deben repetirse, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Más de 24 horas después de la muerte de “Gerónimo”, el nombre de código de Bin Laden para los comandos Navy Seals de la marina que lo abatieron, las autoridades seguían destilando con cuentagotas los detalles de la operación de 40 minutos que terminó con la vida del hombre más buscado del mundo.

Según la Casa Blanca, el jefe de Al Qaida estaba desarmado cuando fue abatido en la vivienda donde se ocultaba, y su esposa resultó herida en la pierna al tratar de abalanzarse sobre los efectivos estadounidenses.

La versión oficial indica que en la vivienda donde se escondía se desató un tiroteo con las personas que lo acompañaban, entre ellos familiares que están bajo custodia de Islamabad.

“Se le disparó luego a Bin Laden, que murió. No estaba armado”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

El funcionario señaló que Estados Unidos tiene una “foto atroz” del cuerpo, pero que aún está debatiendo si la publica.

“Seré franco, la publicación de fotos de Osama bin Laden tras este tiroteo es sensible, y estamos evaluando la necesidad de hacerlo (…) si sirve o no sirve a nuestros intereses, no solamente aquí sino en todo el mundo”, declaró.

El cadáver de Bin Laden fue arrojado al mar desde un portaaviones norteamericano que navegaba frente a las costas paquistaníes, según la versión estadounidense.

Este martes los talibanes afganos, que dieron refugio a Osama Bin Laden cuando estaban en el poder en Afganistán (1996-2001), consideraron “prematuro” comentar la muerte del jefe de la red Al Qaida por la falta de “pruebas”, según un comunicado publicado en una de sus páginas web.

Bin Laden, nacido en 1957, murió en una casa de la localidad de Abbottabad, a unos 80 km al norte de Islamabad, donde vivía escondido.

La agencia afgana de inteligencia (Dirección Nacional de Seguridad, NDS) fue la primera en señalar la vivienda donde fue abatido, afirmó este martes a la AFP un responsable de ese organismo que pidió el anonimato.

En agosto pasado, según esta fuente, esta información “fue compartida con los estadounidenses y mostraron mucho interés en ella”, pero luego los afganos no participaron en la investigación ni en la operación.

Conforme se conocen más detalles cobran fuerza las sospechas sobre Pakistán, ensangrentado desde hace tres años por centenas de atentados de los talibanes y sus aliados. Estados Unidos acusa a sus autoridades de doble juego en la lucha contra el terrorismo.

“Es inconcebible que Bin Laden no se haya beneficiado de un sistema de apoyo en un país que le permitió quedarse mucho tiempo”, dijo John Brennan, principal consejero antiterrorista de Barck Obama.

“La posición de Pakistán carece de claridad”, dijo por su parte el ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.

Por ahora Estados Unidos “trabajaba duro” en su “importante y complicada” relación con Pakistán, dijo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.

De otro lado, las advertencias de posibles represalias de Al Qaida se multiplicaron en las últimas horas y varios países reforzaron las medidas de seguridad. Estados Unidos emitió un alerta a sus fuerzas de seguridad y cerró al público “hasta nuevo aviso” su embajada y consulados en Pakistán.

El director de la CIA, responsable de la operación de eliminación, advirtió que era “casi seguro” que los partidarios de Bin Laden quieran buscar venganza.

La ministra estadounidense de Seguridad Interior, Janet Napolitano, precisó sin embargo que no existía ninguna amenaza inminente de atentado en Estados Unidos y que por lo tanto el país no elevaba su nivel de alerta.

Los talibanes de Pakistán, aliados de Al Qaida, juraron que iban a vengar la muerte de Bin Laden, lanzando ataques contra objetivos estadounidenses y el gobierno paquistaní.

El jueves, Obama irá a la Zona Cero de Nueva York, el lugar donde se erigían las Torres Gemelas destruidas por Al Qaida el 11 de septiembre de 2001, para encontrarse con los familiares de las víctimas.