Este fin de semana se realizará el postergado cambio al horario de invierno, que tiene como o objetivo el ahorro energético, atrasando en una hora los relojes, a las 00 horas del sábado.

Sin embargo, esta situación no fue bien aceptada en el Colegio de Profesores, porque según uno de sus dirigentes, Guido Reyes, muchos estudios nacionales e internacionales han dado cuenta que cambios en el sueño afecta considerablemente el rendimiento escolar y el funcionamiento diario de niños y jóvenes, influyendo además en sus estados de ánimo e incluso en su crecimiento.

Frente a este escenario, el dirigente realiza una propuesta clara: mantener el horario que se ha tenido desde hace 40 años y que este cambio se realice junto al inicio del año académico.

Según la psicóloga educacional, Ana María Bacigalupo, este cambio de horario puede producir efectos en los niveles de alerta y concentración de las personas.

Reyes pidió al Ministro de Educación que al momento de preocuparse por las estadísticas en rendimiento de escuelas, profesores y alumnos, debe tener en cuenta el bienestar del estudiantado nacional y sus consecuencias, a la hora de las decisiones del Poder Ejecutivo.

El dirigente dijo además, que como economista, Joaquín Lavín debería compartir que preferentemente en la labor educativa, el mayor número de horas de trabajo, no significan mejor rendimiento ni mayor productividad. Un horario adecuado, consolida lo aprendido.