Los conservadores del primer ministro saliente Stephen Harper ganaron este lunes las elecciones legislativas en Canadá, y su partido se quedó con la mayoría de los escaños en la Cámara de los Comunes.

“Es la primera vez que un jefe conservador gana tres elecciones consecutivas en Canadá”, afirmó el portavoz de Harper, Dimitri Soudas, a la cadena TVA.

Según las proyecciones de las cadenas de televisión, los conservadores de Harper obtendrían 165 de las 308 circunscripciones del país.

El Nuevo Partido Democrático (NPD, izquierda) ganó o estaba al frente en 106 circunscripciones, es decir el triple de los 36 escaños ocupados en la Cámara saliente, con lo que formaría “la oposición oficial” por primera vez en su historia.

El “viento de cambio” que supone el ascenso del NPD, anticipado por los sondeos, introdujo varias incógnitas en unos comicios considerados inicialmente aburridos, porque se trataba de la cuarta votación en siete años.

Pero el viento de cambio no estaba en el programa del líder conservador que había, por el contrario, basado su campaña electoral sobre la estabilidad y la continuidad, prometiendo a los canadienses continuar la recuperación económica y comprometiéndose a no aumentar los impuestos.

Harper, un gran estratega, ayudado por un buen aparato partidario sobre el terreno, había utilizado asimismo el argumento del temor, advirtiendo el domingo contra el “riesgo enorme” y “real” de un gobierno del NPD, “gastador” y “sin experiencia”.

El Partido Liberal quedaba en tercer lugar con 30 candidatos elegidos o al frente, en tanto los independentistas del Bloque Quebequense parecían derrumbarse con sólo cuatro ganadores o a la cabeza sobre los 75 escaños con que cuenta la provincia francófona de Quebec.

Llegados al gobierno pero sin mayoría en las elecciones de 2006, los conservadores habían vuelto a ganar en 2008 con una minoría reforzada.

Tras una moción de censura aprobada en marzo por la oposición contra el gobierno minoritario por “ultraje al Parlamento” y falta de transparencia, los analistas se preguntaban únicamente si los electores darían o no a Harper la mayoría parlamentaria de 155 de los 308 asientos.

Pero el ascenso del NPD, conducido por el carismático Jack Layton, entreveró las cartas y el resultado de los comicios se había hecho mucho más incierto.