El presidente Asif Ali Zardari se defendió de las acusaciones de que Pakistán no hizo lo suficiente para rastrear a Osama Bin Laden en su territorio, pero evitó hacer algún comentario sobre supuestos fallos de inteligencia.

“Pese a que los acontecimientos del domingo no fueron una operación conjunta, una década de cooperación y asociación entre Estados Unidos y Pakistán llevaron a la eliminación de Osama Bin Laden como una amenaza constante para el mundo civilizado”, dijo Zardari en un artículo de opinión para el Washington Post.

Bajo el titular: “Pakistán hizo su parte”, el mandatario añadió: “En Pakistán tenemos cierta satisfacción porque nuestra asistencia temprana en la identificación de un mensajero de Al Qaida condujo en última instancia a este día”.

No obstante, el presidente no dio ninguna explicación detallada sobre cómo el jefe de la red extremista logró vivir durante años sin ser detectado en Abbottabad, un complejo habitacional de generales retirados ubicado a unas horas de la capital Islamabad.

“Él no estaba en ninguna parte que hubiéramos esperado, pero ahora ha desaparecido”, escribió Zardari.

Previamente, el embajador de Pakistán en Estados Unidos, Husain Haqqani, anunció que Islamabad realizará una “investigación a fondo” sobre las fallas de los servicios de inteligencia en su rastreo de Bin Laden.

“Es obvio que Bin Laden tenía un sistema de respaldo, el tema es: ¿Estaba ese sistema de respaldo dentro del gobierno y el estado de Pakistán o dentro de la sociedad de Pakistán?, dijo Haqqani a la cadena CNN.