La exposición de una mujer embarazada a los pesticidas podría disminuir el coeficiente intelectual (CI) del niño que gesta, según resultados coincidentes de tres estudios distintos publicados el jueves en Estados Unidos.

Las investigaciones -dos de ellas sobre habitantes de Nueva York y la otra sobre poblaciones rurales en California (oeste de EEUU)- se llevaron a cabo durante una década y conciernen a más de 1.000 niños de menos de nueve años.

Los trabajos, publicados en la revista Environmental Health Perspectives, estudian el impacto de los pesticidas con fosfatos (organofosfatos) usados habitualmente en los cultivos de frutas y legumbres.

En California, investigadores de Berkeley “descubrieron que cada vez que se multiplica por diez la cantidad de organofosfatos durante un embarazo, el coeficiente intelectual baja 5,5 puntos promedio en los niños de siete años”. Esta investigación se realizó sobre 392 pequeños.

La diferencia permanece, según los investigadores, aún tomando en cuenta otros factores como la educación, los ingresos del hogar o la exposición a otros productos químicos en el medio ambiente.

Por otra parte, investigadores del hospital Mount Sinai de Nueva York midieron los efectos de los pesticidas con fosfatos en 400 mujeres y sus hijos desde 1998. Aseguran que “la exposición a los organofosfatos tuvo consecuencias negativas” en las capacidades sensoriales en niños de seis a nueve años.

El tercer estudio, conducido por la universidad de Columbia (Nueva York, este), se concentra en un tipo de organofosfato llamado “chlorpyrifos” que se usaba contra insectos hasta su prohibición en Estados Unidos en 2001.