La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al mando de las operaciones militares en Libia, examinaba este sábado informaciones sobre un ataque efectuado por error en la región de Brega (este), en el que murieron nueve rebeldes y cuatro civiles.

Un avión de la coalición comandada por la OTAN abrió fuego a unos 15 km al este de Brega contra un convoy de cinco o seis vehículos, entre ellos una ambulancia, después de que un rebelde disparara al aire con balas trazadoras, en señal de alegría, explicó un responsable político de la ciudad de Ajdabiya encargado de las relaciones con los rebeldes, Isa Jamis.

“Fue un error (del rebelde), los aviones creyeron que se les disparaba, y abrieron fuego contra el convoy”, explicó Jamis a la AFP.

Nueve rebeldes murieron en este incidente, así como los cuatro ocupantes de la ambulancia, el conductor y tres estudiantes de medicina de Bengasi, añadió.

La OTAN indicó inmediatamente que “examinaba” estas informaciones, aunque sin abrir una investigación formal.

Mustafa Gheriani, portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano representativo de los rebeldes, se mostró prudente, y destacó que “no hay confirmación” de que las 13 víctimas hayan muerto en un ataque aéreo.

En Bruselas, un responsable de la OTAN explicó a la AFP que la Alianza debe verificar “si había aviones de la OTAN en ese lugar en ese momento”.

El bombardeo se produjo en la carretera entre Brega y Ajbabiya, poco después o poco antes de otro ataque aéreo contra un convoy del ejército regular de Muamar Gadafi, que causó la muerte de siete soldados y destruyó una decena de vehículos, según un periodista de la AFP.

La región de Brega es escenario desde hace tres días de violentos combates entre las fuerzas fieles al coronel Gadafi y los rebeldes.

Tras recular hacia el este al comienzo de la semana, hostigados por los lealistas, los rebeldes parecían haber ganado terreno desde el viernes por la noche, con la ayuda de los ataques de la coalición. El sábado por la mañana afirmaban que controlaban Brega.

Por la tarde, sin embargo, los combates continuaban alrededor de la ciudad, donde era imposible saber quién controla qué. Los rebeldes
aseguraban tener en sus manos las instalaciones petroleras, pero también apuntaban a ellas con lanzacohetes, según comprobó un periodista de la AFP.

“Lo que es seguro es que los soldados de Gadafi se esconden entre las casas para escapar a los ataques aéreos”, dijo el doctor Isam Abu Harba, del hospital de Ajdabiya. “Ayer llamé a un habitante de Brega, y me dijo que unos pick-up llenos de soldados habían pasado la noche en una callecita junto a su casa”.

A cientos de kilómetros al oeste sigue activo otro frente: el de Misrata, a unos 200 km al este de Trípoli. La ciudad está en manos de los rebeldes y es blanco de obuses y cohetes. Los disparos causaron 28 muertos en tres días, según la rebelión.

El viernes, Trípoli rechazó tajantemente las condiciones planteadas por el Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano directivo de la rebelión, para un alto el fuego: libertad de palabra para los libios que viven en el oeste, en manos del ejército, y retirada de éste de las ciudades bajo su control.

El mismo día, la coalición internacional, bajo mando de la OTAN, efectuó
ataques aéreos contra posiciones de las fuerzas lealistas en las regiones
de El Joms (este) y de El Rojban (noroeste), según la televisión estatal.

Unos responsables del Pentágono confirmaron a la AFP que el ejército estadounidense empezará a retirar a sus aviones de combate y sus misiles del teatro de operaciones a partir de este fin de semana.

Estados Unidos quiere limitarse a tener un papel de apoyo, ya que la OTAN tomó el jueves la dirección de las operaciones asumidas desde el 19 de marzo por la coalición liderada por Washington, París y Londres.

Por otro lado, en pleno debate sobre si se debe armar a los rebeldes, los insurgentes hicieron un trato con Qatar para vender el petróleo crudo de las zonas que controlan. A cambio obtendrán comida, medicamentos y carburante, indicó el viernes un responsable de los insurgentes en Bengasi, su bastión en el este del país.

Durante este tiempo, el precio del petróleo ha seguido escalando. La cotización del barril superó el viernes los 108 dólares por primera vez desde septiembre de 2008 en Nueva York, aupado por los combates en Libia.