El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo el jueves que tras la “agresión imperialista” en Libia se prepara una acción igual contra Siria.

“Es una agresión imperialista contra el pueblo de Libia y ahora se prepara contra otros pueblos, contra el pueblo de Siria, violando todos los códigos de la ética, de la política, del derecho internacional y de respeto a la más mínima inteligencia”, afirmó Chávez, al cerrar una reunión de ministros con Bolivia en Cochabamba (centro).

En Siria, el presidente Bashar al Asad soporta fuertes protestas populares que atribuyó a una “conspiración” contra su régimen.

“Quién puede convencer … que van a ayudar a Libia bombardeando a Libia, a liberar de la muerte matándoles, Lo que quieren es la riqueza de Libia, el petróleo de Libia, como quieren las riquezas de Bolivia y Venezuela”, reiteró el gobernante venezolano.

Chávez machacó su discurso antiestadounidense a propósito de la intervención internacional en Libia en medio de la rebelión que busca la salida de Muamar Gadafi, un aliado del jefe de estado de Venezuela.

También criticó la reciente gira del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que, en su criterio vino a “tratar de manipular” a los países de la región, tras “su locura” de ordenar ataques militares en Libia.

El presidente boliviano, Evo Morales, en cambio, dejó de lado el tema libio en su discurso.

El mandatario de Bolivia, un indígena de tendencia izquierdista, se limitó a asegurar, como lo hiciera desde que llegó al poder en 2006, que desde Estados Unidos hubo “constantes acciones de agresión” contra su régimen.

“Que vengan las amenazas de donde sea de Estados Unidos u otras partes del mundo, aquí está el pueblo para defender la revolución bolivariana y al hermano Chávez”, manifestó Morales.

Los discursos se realizaron en un complejo deportivo en la ciudad de Cochabamba (centro de Bolivia), sede del encuentro de ministros de los dos países, que pasaron revista a los diferentes programas de integración y cooperación bilateral.

El evento cultural cerró la cita de los dos mandatarios ante la presencia de miles de indígenas, campesinos y sindicatos obreros.