El gobierno japonés descartó el jueves ampliar por ahora la zona de evacuación en torno a la central accidentada de Fukushima, que será desmantelada cuando el peligro de gran catástrofe sea descartado, dijo el primer ministro Naoto Kan.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) indicó el miércoles que los niveles de radiación medidos en la población de Iitate, a 40 km de la central de Fukushima, superan los niveles recomendados.

No obstante, pese a las presiones internacionales para que se amplíe el perímetro de evacuación en torno a la central de Fukushima, actualmente de 20 km, las autoridades japonesas dijeron el jueves que no hay planes inmediatos para hacerlo.

La tasa medida en tierra por la AIEA en la población de Iitate alcanzó 2 megabecquereles por metro cuadrado, o sea el doble del nivel a partir del que la agencia de la ONU recomienda la evacuación.

Pero la Agencia japonesa de seguridad nuclear, organismo oficial, también afirmó que el nivel de radioactividad en Iitate no obliga necesariamente a la evacuación de miles de personas.

Los residentes “pueden seguir tranquilos”, declaró un responsable de la Agencia.

Con esa declaración de Naoto Kan sobre el desmantelamiento de Fukushina aumentan las presiones sobre el operador Tokyo Electric Power (Tepco), primera suministradora de energía de Japón cuya calificación fue degradada en tres escalones por la agencia Moody’s.

El anuncio de que Fukushima será desmantelada lo hizo el secretario del Partido Comunista japonés, Kazuo Shii, al término de una reunión con el jefe del gobierno de centro-izquierda, precisó la agencia de prensa Kyodo.

Tokyo Electric Power (Tepco), operador y propietario de la central Fukushima Daiichi (N°1), considera que será inevitable desmantelar los cuatro primeros reactores, una vez terminadas las difíciles operaciones de enfriamiento que se llevan a cabo y que podrían durar meses.

Estos reactores han sufrido graves daños por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, pero el presidente honorario del grupo TEPCO, Tsunehisa Katsumata, había dado a entender el miércoles que los reactores 5 y 6, que no sufrieron daños, podrían ser conservados.

Mientras tanto, las fugas de radiactividad siguen imparables. En las muestras de agua de mar recogidas a 300 metros al sur de la central, el nivel de yodo radiactivo era 4.385 veces superior a lo legal, indicó el jueves la operadora de la central, Tepco.

La organización ecologista Greenpeace viene advirtiendo desde hace días que la población de Iitate, especialmente niños y mujeres embarazadas, deben salir del lugar.

“La AIEA nos ha informado que el nivel de radiación en el suelo superaba los límites previstos por ella y nos ha pedido seguir de cerca la situación en base a esas informaciones”, declaró el portavoz del gobierno japonés, Yukio Edano.

Interrogado sobre una posible ampliación del radio de la evacuación, Edano dijo que no creía que “sea algo que exija una tal acción, pero el hecho de que el nivel de radiación en el suelo sea elevado lleva inevitablemente a evocar la posibilidad de que una acumulación (de la radiación) a largo plazo puede significar un riesgo para la salud”.

El jefe del departamento de seguridad nuclear de la AIEA, Denis Flory, declaró el miércoles que “los primeros resultados indican que algunos de los valores límites que justifican una evacuación, según las recomendaciones de la AIEA, fueron superados en el pueblo de Iitate”.

El gobierno de China también anunció que casi todo el territorio registra niveles de radiactividad provenientes de Fukushima, aunque estos son “sumamente bajos” y no representan un riesgo sanitario.

En Washington, el Pentágono anunció que enviará a Japón una unidad de la Marina especializada en emergencias nucleares para ayudar a las autoridades locales en la crisis desatada tras el sismo y el tsunami del 11 de marzo.

Unos 155 marines del servicio de la Fuerza de Respuesta a Incidentes Químicos y Biológicos tienen previsto salir de Estados Unidos el jueves para llegar a Japón el viernes, dijo a AFP un alto oficial estadounidense.