El presidente yemení Alí Abdalá Saleh, cada vez más cuestionado, llamó a sus opositores a irse del país, cuando las conversaciones para su salida negociada se encuentran estancadas.

“Les digo a los que piden a los demás que se vayan, son ellos los que tienen que irse, son los agentes a sueldo los que tienen que dejar el país”, declaró Saleh dirigiéndose a la oposición, citado por la agencia oficial SABA.

El lunes en la noche, el propio yerno del presidente, Yahia Mohamed Ismail, se unió a los protestatarios que acampan en la Plaza de la Universidad en Saná desde el 21 de febrero, y les transmitió su apoyo.

El lunes, una decena de oficiales anunciaron su adhesión a los contestatarios en la plaza, tal como lo había hecho el 21 de marzo el general Alí Mohsen al Ahmar, comandante de la región noreste y de la primera división blindada, considerado como un rival potencial del presidente.

Según la oposición, las conversaciones para una salida negociada de Saleh fracasaron.

Una de las fórmulas consideradas consistía en traspasar el poder a un consejo presidencial de cinco miembros, entre los cuales Ali Mohsen al Ahmar. Según fuentes allegadas a este último, el general se habría reunido el lunes con el embajador de Estados Unidos en Yemen, Gerald Feierstein, sin que nada haya trascendido del encuentro.