El temor a la contaminación de los alimentos por radiaciones provenientes de la central nuclear japonesa de Fukushima provocó una avalancha de compras de detectores Geiger en Estados Unidos, indicaron el martes comerciantes minoristas, que se quedaron sin existencias.

“Las ventas alcanzaron su pico. Tuvimos que suspender los pedidos en nuestro sitio hace más de una semana”, declaró Tim Flanagan, propietario del sistio de internet GeigerCounter.com.

“Recibimos pedidos del mundo entero a propósito de estos aparatos”, afirmó Mike McBride, de Industrial Test Systems, que fabrica dos modelos de detectores de radiaciones ionizantes.

En lo que atañe a GS Geiger, que vende cada contador de fabricación alemana a 450 dólares, estima el tiempo de espera en cuatro meses a partir de la fecha del pedido.

Las últimas tres semanas los pedidos llegaron principalmente de Japón y de los estados de la costa oeste de Estados Unidos.

“Japón exporta productos alimenticios hacia la costa del Pacífico (del continente americano) y el Sudeste asiático, donde las personas están preocupadas por la contaminación de los alimentos”, explica Tim Flanagan.

Las elevadas ventas realizadas en la costa del Pacífico estadounidense y de Canadá se deben asimismo a los temores a las nubes radiactivas, según él.

Los particulares que los compran “están enloquecidos, o no tienen confianza en el gobierno”, explica McBride.

Flanagan explica que en un año normal vende alrededor de mil detectores de radiaciones, sobre todo a científicos, en particular a geólogos. Pero sólo en los cinco días que siguieron al sismo y al tsunami en Japón, que provocaron el accidente de la central de Fukushima, vendió 500.