La Intendenta del Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselberghe, por primera vez después de la presentación de la acusación constitucional, no se cerró a la posibilidad de cambios dentro del gobierno local. En otro de sus gestos, sostuvo un encuentro con el diputado UDI Iván Norambuena, el único del gremialismo que, pese a la cita, aún no manifiesta su respaldo a la máxima autoridad regional.

El escenario político para Jacqueline Van Rysselbergue con el paso de los días se pone más cuesta arriba, porque cercanos aseguran que no quiere ceder en las modificaciones que le han propuesto desde las bancadas parlamentarias de la coalición, y es eso mismo lo que lleva a que actualmente diputados de la UDI y RN aún no definan sus votos ante la acusación constitucional contra la Intendenta.

En esa línea, ella pidió ser recibida por la bancada de RN -cita fijada para el lunes-, mientras también solicitó ser escuchada por el diputado Iván Norambuena (UDI), él único que incluso posterior a ese encuentro, muestra aún su reticencia a otorgarle un respaldo cerrado. Además, no sólo analiza actualmente la acusación constitucional en su mérito jurídico, sino también como voto político.

Respecto a los apoyos concitados, el diputado Enrique Van Rysselberghe (UDI), hermano de la Intendenta, tiene confianza en que sus pares recapaciten y respalden la gestión de la autoridad del Bío-Bío.

Jacqueline Van Rysselberghe, en el marco de las presiones partidarias que protagonizan parlamentarios de la coalición y básicamente en Santiago, ahora no se cierra a cambios, pero sin negarlos tampoco pretende comentar cualquier modificación a su gabinete.

Trascendidos apuntan a que Van Rysselberghe no quiere remover al Gobernador de Concepción, Carlos González, principal cupo pedido para superar el conflicto interno, lo que estaría entrampando cualquier negociación.