Los ministros de Finanzas del G20 se reunirán el jueves en China, en Nankín (este), para discutir sobre los flujos de capitales y la reforma del sistema monetario internacional, en momentos en que la reactivación mundial se ve fragilizada por la catástrofe sufrida por Japón.

En la reunión, organizada por Francia, participan además los gobernadores de los bancos centrales del grupo de potencias industrializadas y países emergentes, y el presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.

La cita es un “acontecimiento inédito” que “consagra el peso de China en la economía mundial”, indicó la presidencia francesa del G20.

Este “seminario de alto nivel” es la ocasión de intercambiar puntos de vista sobre la reforma del sistema monetario mundial en momentos en que la reactivación se ve amenazada desde varios frentes.

“No habrá conclusiones” ni comunicado conjunto al final de los debates, una medida que la presidencia francesa juzga útil para que los ministros “puedan discutir en profundidad”.

En una reunión en París en febrero, el G20 se había puesto de acuerdo para medir los desequilibrios entre países exportadores con excedente comercial, como China, y naciones estructuralmente deficitarias, empezando por Estados Unidos.

Estos indicadores, no vinculantes, incluyen por una parte datos internos de cada país -como el déficit presupuestario, la deuda pública o el ahorro privado- y por otro cifras externas, como la balanza de cuentas corrientes, la balanza comercial y la “tasa cambiaria efectiva real”, que toma en cuenta el nivel de los precios y el poder de compra.

China, cuyo yuan es considerado como infravalorizado por sus principales socios comerciales, es reticente ante varios de los criterios retenidos.

En Nankín, la cuestión de los desequilibrios “no será el eje de las discusiones”, según una fuente diplomática occidental.

En cambio, en el centro de los debates, encabezados por la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, se encuentra la cuestión de los flujos de capitales, crucial para China.

Como los otros países emergentes, China dice ser víctima de un flujo de capitales especulativos en busca de mejores rendimientos a corto plazo que en el mundo desarrollado, a pesar del estricto control que Pekín impone a los movimientos de dinero.

Este flujo, que también preocupa mucho a Brasil, alimenta la inflación, fuente de inestabilidad social.

La reunión de Nankín permitirá por otra parte tener un panorama de la situación de las relaciones bilaterales entre algunas grandes potencias mundiales. Están previstas asimismo reuniones bilaterales de alto nivel.

El secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, hablará del próximo diálogo económico y estratégico entre Estados Unidos y China de principios de mayo.

De su lado, el presidente francés Nicolas Sarkozy, que abre los debates con el viceprimer ministro chino Wang Qishan, se reunirá el miércoles en Pekín con su homólogo Hu Jintao.