Las solidaridades tribales podrían pesar cada vez más en el desenlace del conflicto en Libia, a medida que los insurgentes avanzan hacia la región de Trípoli, bastión del régimen de Gadafi, tras apoderarse del este del país, consideran los analistas.

El avance de los rebeldes fue bloqueado el lunes por la mañana por las fuerzas libias a 140 km al este de Sirte.

Pero la coalición internacional que dirige los ataques aéreos desde hace diez días apuesta ahora por las deserciones en el ejército libio y en los círculos allegados a Gadafi para acelerar el movimiento.

“En Libia no hay una revolución democrática como en Egipto o Túnez, sino una revuelta tribal, una especie de secesión. No es una aspiración popular tan profunda, democrática, como ocurrió en otros países”, subrayó Eric Denécé, del Centro francés de investigación sobre inteligencia (CF2R).

Dividida en tres grandes regiones – Tripolitana (noroeste), Cirenaica con Bengasi (este) y Fezzan (sur) – Libia también está dividida en una multitud de tribus y clanes, entre ellos cinco o seis grupos mayores.

Si el este del país, territorio tradicional de los Warfallas, el grupo más importante, siempre fue reticente al régimen de Muamar Gadafi, éste puede contar al oeste con el apoyo de una parte de la población y del ejército, que es por lo regular heterogéneo y generalmente poco combativo.

“Como Gadafi tenía temor de un golpe de Estado, (el ejército) estaba dividido en varios subejércitos, con la Fuerza republicana compuesta esencialmente por gente de su tribu, cuya fidelidad estaba garantizada”, subrayó Denis Bauchard, ex embajador de Francia y consejero del Ifri (Instituto francés de relaciones internacionales).

Una resistencia intensa de fieles a Gadafi en torno a Trípoli, con combates callejeros, casa por casa, complicaría según los militares la tarea de la coalición, que quiere evitar a toda costa causar víctimas civiles.

Para mantenerse en el poder, Gadafi se rodeó de gente que no pertenecía a su tribu. pero “las cosas se deterioraron desde hace cinco o seis años, en la medida que la renta petrolera beneficiaba cada vez a los allegados y a las tribus del oeste del país”, dijo Denis Bauchard.

Los Gadafas, tribu del coronel Gadafi, son relativamente poco numerosos, entre 150.000 y 200.000 personas, según especialistas. También fueron los más beneficiados y su fidelidad al régimen es una de las incógnitas del conflicto.

“Podemos imaginarnos que en Libia, de un momento a otro gente que es obligada a vivir en un enclave, bajo embargo, se plantearán que hay otras maneras de vivir mejor”, subrayó el viernes el ministro de Defensa, Gerard Longuet.

A inicios de marzo, las manifestaciones contra el régimen fueron severamente reprimidas en la capital libia.

¿Cuál será la actitud de la población si los insurgentes continúan avanzando, apoyados por los ataques aéreos de la coalición?

En las aglomeraciones urbanas, los lazos tribales por lo general se relajan y los habitantes reaccionan más en función de criterios socio-económicos que de pertenencia a un grupo.

“Las tribus tienen comportamientos que finalmente se definen a favor de quien ofrezca más, subrayó Denis Bauchard. Con frecuencia, en una misma tribu, incluso una misma familia, algunos están con Gadafi y otros con el Consejo Nacional de Transición (CNT). Es un juego que puede cambiar si se ve que Gadafi está condenado a desaparecer”.