Barack Obama se esforzó este sábado en tranquilizar a sus compatriotas, inquietos por el riesgo de involucramiento en Libia, afirmando que los ataques aéreos están teniendo éxito y que está fuera de cuestión el comprometer de nuevo a sus tropas en un país musulmán.

Acusado por el Congreso de haber lanzado a su Ejército a una guerra costosa y sin tener una estrategia de salida, Obama se mostró optimista durante su alocución radial semanal, grabada antes de que los rebeldes recuperaran la ciudad estratégica de Ajbadiya de las manos de las tropas de Muamar Gadafi.

“Estamos teniendo éxito en nuestra misión. Hemos dejado fuera a la defensa aérea libia. Las fuerzas de Gadafi ya no están avanzando más a través de Libia”, observó Obama, una semana después de comenzados los ataques a las fuerzas del dictador libio.

Criticado por no haber explicado suficientemente los objetivos de la intervención ni al Congreso ni a la opinión pública, Obama ofrecerá un discurso sobre Libia el lunes en la Universidad de la Defensa Nacional, que será transmitido en directo por televisión.

Sin esperar, el jefe de la Casa Blanca justificó este sábado las operaciones de la coalición.

“Porque intervenimos rápidamente, evitamos una catástrofe humanitaria (…) Cada estadounidense puede sentirse orgulloso por las vidas que salvamos en Libia”, afirmó Obama.

A sus opositores, que lo acusan de haber involucrado a Estados Unidos en una guerra sin ningún interés estratégico para Washington, el presidente respondió que cuando un dictador amenaza a su pueblo con “un baño de sangre” y la comunidad internacional está preparada para actuar, “es de interés nacional actuar”.

“Nuestra misión militar en Libia es clara y enfocada”, sostuvo el mandatario, destacando que la zona de exclusión aérea fue dispuesta por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que el comando será transferido a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Los estadounidenses se muestran escépticos con los ataques en Libia: sólo un 47% de entre ellos están a favor, según una encuesta publicada el 22 de marzo por el instituto Gallup, que observó que se trata de la tasa más baja a favor de una intervención en el extranjero en los últimos 40 años.

“Estados Unidos no debe ni puede intervenir cada vez que haya una crisis en alguna parte del mundo”, admitió Obama, reiterando que no deseaba desplegar tropas estadounidenses en suelo libio, cuando sus fuerzas militares todavía se encuentran desplegadas en Irak y en Afganistán.

Estados Unidos y sus aliados están considerando brindar armas al ejército opositor libio, informó el sábado el periódico Washington Post.

El gobierno de Obama estima que la resolución 1973 de la ONU es lo suficientemente “flexible” como para permitir tal ayuda, agrega el periódico, que cita a responsables estadounidenses y europeos no identificados.

Interrogado sobre estas informaciones, un portavoz de las fuerzas opositoras a Gadafi, Ahmed Jalifa, indicó que los rebeldes no habían hecho ningún pedido y que no se les habían enviado armas. Pero dijo que éstas serían bienvenidas.

Gene Cretz, embajador estadounidense en Tripoli que llegó recientemente a su país, afirmó el viernes que el gobierno estaba conversando sobre una “ayuda potencial en armas”.

Francia se pronunció a favor de entrenar y armar a los rebeldes, según el Washington Post. Egipto, por su parte, brindará armas a los insurgentes, en particular fusiles y municiones, afirmó el viernes el Wall Street Journal.