El nivel de yodo radiactivo medido en el agua potable de Tokio volvió a situarse este jueves por debajo del máximo legal autorizado para los bebés, indicó la agencia Jiji citando al ayuntamiento de la capital, situada a 250 km al suroeste de la central nuclear accidentada de Fukushima.

El ayuntamiento anunció que el nivel era de 79 becquereles por kilogramo este jueves a las 06:00 horas locales (18:00 horas de ayer en Chile) en el centro de purificación de Kanamachi, cuando el límite fijado por las autoridades niponas es de 100 becquereles para los bebés.

El martes por la mañana se registró, en muestras de agua potable de esta misma planta, una concentración de yodo radiactivo de 210 becquereles por kilogramo.

Las autoridades locales desaconsejaron dar agua del grifo a los bebés o utilizarla para preparar sus biberones si la medida es superior a 100 becquereles por kilogramo.

La prefectura de Tokio, poblada por 13 millones de habitantes, está situada a 250 km al suroeste de la central nuclear accidentada de Fukushima.