Las radiaciones medidas en el agua potable de Tokio superan el límite legal autorizado para los bebés, anunciaron este miércoles las autoridades de la capital, situada a 250 km al suroeste de la central nuclear accidentada de Fukushima.

En unas muestras de agua corriente se detectó una concentración de yodo de 210 becquerels por kilogramo, cuando el límite fijado por las autoridades niponas para los bebés es de 100 becquerels, explicó un responsable del gobierno metropolitano de Tokio.

Las autoridades locales desaconsejaron dar directamente agua del grifo a los bebés o utilizarla para preparar los biberones.

La megápolis de tokio cuenta con 35 millones de habitantes.