El terremoto y el tsunami que devastaron el noreste de Japón descompusieron el sistema de seguridad de un banco y una caja fuerte se abrió quedando expuestos sus 40 millones de yenes (unos 500.000 dólares) que se han volatilizado, indicó el martes la agencia Jiji.

Como miles de otros locales comerciales, el banco Shinkin de la ciudad de Kesennuma fue víctima del terremoto de magnitud 9 y de la gigantesca ola que inundó las oficinas.

El cierre de la caja fuerte quedó inutilizado por el agua, sin que los empleados se dieran cuenta.

“No nos habíamos dado cuenta de que el cierre se había roto”, declaró uno de los responsables de la agencia, citado por Jiji.

Los japoneses han sido objeto de admiración en el extranjero por su civismo ya que apenas se han registrado saqueos o robos después del desastre.