El llamado que lanzó el primer ministro francés al electorado de la gobernante UMP para que “vote contra el Frente Nacional” en la segunda vuelta de las elecciones cantonales del próximo domingo sembró la discordia en el seno de su partido y regocijó a la formación de ultraderecha.

“Allí donde haya duelos entre el PS (Partido Socialista) y el FN, debemos recordar nuestros valores (…) Esto lleva a votar contra el Frente Nacional”, sostuvo Francois Fillon el lunes ante el buró político de la Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha).

En la segunda vuelta de las elecciones cantonales para renovar 2.026 consejeros generales en los 100 departamentos franceses, el Frente Nacional (FN, ultraderecha) se medirá frente al PS en 200 cantones.

En otros 89 lo hará frente al candidato de la UMP y en 37 frente al candidato comunista.

Aunque puramente locales, estos comicios que son la última consulta por sufragio universal antes de las presidenciales de 2012, mostraron en la primera vuelta del domingo pasado el avance en el terreno de la extrema derecha.

El FN, que hasta ahora nunca tuvo consejeros generales, obtuvo el 15,18% de los votos, casi pisándole los talones a la UMP (17,07%) y lejos del PS (25,04%) en unas cantonales marcadas por un abstención récord superior al 55%.

Fillon hizo tales afirmaciones horas después de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy repitiera ante el estado mayor de la UMP que la consigna para la segunda vuelta es “ni voto al FN ni voto al PS”, retomada por el secretario general de la UMP, Jean Francois Copé.

Numerosos diputados UMP denunciaron el martes el llamamiento de Fillon y lamentaron la “catastrófica” divergencia entre el jefe de Gobierno y el jefe de Estado, mientras el presidente de la Asamblea Nacional (cámara de Diputados), Bernard Accoyer, pidió “no votar por un candidato del Frente Nacional”.

Los aliados centristas de la UMP saludaron el posicionamiento del primer ministro, mientras responsables del gobierno intentaban explicar que Fillon y Sarkozy están “en la misma línea”.

Jean Marie Le Pen, fundador del FN que ahora dirige su hija, Marine, se frotaba las manos el martes al estimar que en la mayoría gubernamental francesa “hay pánico a bordo”. “Creo que una casa que se divide, perecerá y es todo lo que les deseo”, sostuvo Le Pen al canal de televisión France2.