Discrepancias entre el Servicio Secreto de Estados Unidos y la Fuerza Aérea de Chile marcaron la llegada del presidente Barack Obama al Aeropuerto Internacional de Santiago.

A 10 minutos del arribo del Air Force One que trasladó a Obama, una fuerte discusión marcó el epílogo de una serie de desencuentros entre personal del Servicio Secreto del país norteamericano y la FACH.

Al interior del hangar ‘C’ de la losa de la pista 1, el ambiente era tenso. Por un lado, un grupo de 10 guardias de Obama solicitaba insistentemente que fueran quitadas las bayonetas de los fusiles Galil a los 24 cadetes de la Escuela Capitán Avalos, mientras que los oficiales chilenos les reiteraban que mantuvieran el arma blanca.

Sin embargo, la Fach cedió a la solicitud de sacar la bayoneta, como lo detalló a La Radio, el General de la Segunda Brigada Aérea, Marcos González.

En definitiva, la discrepancia se zanjaría tras la intervención de personal de protocolo de la Cancillería que a fin de sacar las bayonetas recortadas, solicitó que el mandatario caminara sobre la alfombra roja sin la compañía de guardaespaldas.

Y es que el primer desencuentro surgió luego de que personal de la rama castrense se negara a que se decretara un lapso de 15 minutos para la inspección exhaustiva de la pista 1, donde se posaría el avión presidencial.

Así lo detalló el Mayor encargado de seguridad Aérea de la Embajada Estadounidense, Arthur Alcántara.

Mientras, el General de la Prefectura Metropolitana de Carabineros, José Ortega, optó por aplacar la polémica, destacando el nivel de coordinación alcanzado.

Ortega añadió que son 2.600 los efectivos de carabineros que resguardan la seguridad de Obama, añadiendo que serán 400 los subtenientes que realizando su práctica velarán por la integridad del mandatario en el Hotel Sheraton.