El presidente ruso, Dimitri Medvedev, criticó este lunes los comentarios del primer ministro Vladimir Putin sobre la intervención militar contra Libia al calificarla de “inaceptable” y de “llamada a la cruzada medieval”, en el primer choque público entre el tándem ruso.

“Bajo ninguna circunstancia se puede aceptar el uso de expresiones que provoquen un enfrentamiento de civilizaciones, tales como ‘cruzadas’ u otras”, señaló Medvedev a la prensa local en su residencia a las afueras de Moscú.

“Es inadmisible. Todo puede terminar mucho peor en comparación con lo que está pasando ahora. Todo el mundo debe recordar eso”, prosiguió el presidente.

Medvedev también dio su apoyo a la resolución de la ONU contra Libia, en un discurso pronunciado para ganarse la simpatía de Occidente antes de las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2012.

Rusia renunció a usar su veto contra la resolución y, en su lugar, se abstuvo, lo que permitió su aprobación.

“No creo que la presente resolución esté mal. Creo que refleja nuestra comprensión sobre los acontecimientos en Libia. Pero, no del todo”, dijo.

“Lo hemos hecho conscientemente. El Ministerio de Relaciones Exteriores cumplió mis instrucciones”, añadió.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, explicó que la resolución 1973 de la ONU que autorizó el uso de la fuerza para proteger a civiles en Libia recordaba los “llamados a las cruzadas”.

La resolución “me hace pensar en los llamados a las cruzadas en la época de la Edad Media, cuando se llamaba a la gente a ir a algún lugar para liberarlo”, declaró.

Medvedev asumió el Kremlin en 2008 después de que Putin cumpliera dos mandatos de cuatro años cada uno como presidente.

El ex presidente se convirtió inmediatamente en un primer ministro poderoso y hasta ahora ambos se han mantenido alejados de los enfrentamientos en público.

Los observadores especularon durante largo tiempo sobre que Estados Unidos era más partidario de Medvedev que de Putin.