La actual jefa de la Agencia de la ONU para las Mujeres, Michele Bachelet, pedirá esta semana a Francia, actual presidenta del G20 (principales economías industrializadas y emergentes), que la protección social sea una “prioridad” en su agenda.

“Espero que Francia, que ha manifestado interés por nuestro trabajo y que preside el G20, apoye nuestra recomendación sobre la necesidad de crear un zócalo de protección social”, adelantó la ex jefa de Estado en una entrevista publicada el lunes por el diario francés Le Monde.

“Se necesita voluntad política”, sostuvo la ex mandataria que desde septiembre de 2010 dirige la Agencia de la ONU para las Mujeres.

En su opinión “el G20 debe cambiar de óptica e interesarse en las personas, no solamente en la situación monetaria internacional”, sostuvo.

Bachelet presentará sus recomendaciones el miércoles al ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, y al titular de Trabajo, Xavier Bertrand, para que Francia, que preside el G20 en 2011, pueda estudiarlas y apoyarlas de cara a la cumbre del G20 de noviembre venidero en Niza, sureste.

“Queremos demostrar por qué y cómo la protección social es un elemento central en el contexto económico actual (…) Elevar el nivel de formación y de (acceso a la) salud permite mejorar la productividad y la competitividad de un país”, sostuvo Michele Bachelet.

Respecto a las fuentes de financiación, Bachelet considera que la protección social debe ser un “tema central de la cooperación y una de las prioridades en la estrategia de los bancos de desarrollo”.

Los países que quieren poner en marcha un sistema de protección social “deben poder contar con las instituciones internacionales”, afirmó Bachelet, tras considerar que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), por ejemplo, “saben poner condiciones económicas a sus préstamos”.

Sin querer pronunciarse sobre ningún caso en particular, la ex presidenta socialista chilena advierte que “debe prestarse atención a que los recortes” en los gastos sociales solicitados por instituciones financieras para reducir el déficit público “no afecten la situación de la población”.

El denominado “zócalo” de protección social está formado por una serie de “prestaciones básicas a las que debe tener acceso cualquier persona” en los ámbitos de la salud, la educación, la vivienda y la alimentación, explicó.

Aunque reconoció que ese “zócalo” puede variar entre los países en función de las condiciones económicas y sociales, sostuvo que “deben formar parte de las estrategias de desarrollo”.

“Antes que nada se trata de garantizar una protección a la población que tiene poco o ningún ingreso”, dijo Bachelet.