Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos bombardearon el sábado territorio libio, en nombre de una coalición internacional encargada de aplicar una resolución de la ONU que ordena proteger a la población de la ofensiva lanzada por el régimen del coronel Muamar Gadafi contra las zonas rebeldes.

La aviación francesa destruyó varios blindados, precisaron fuentes militares de ese país, y las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron al menos 110 misiles de crucero Tomahawk contra emplazamientos de la defensa antiaérea libia, reportó el almirante estadounidense William Gortney.

La operación se desencadenó tras una cumbre en París en la que países occidentales y árabes definieron sus modalidades.

El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el jueves el uso de la fuerza y la imposición de una zona de exclusión aérea para proteger a la población libia de la contraofensiva lanzada por Gadafi para aplastar a la rebelión que desde mediados de febrero se hizo con el control de varias ciudades.

La televisión oficial libia aseguró que la defensa antiaérea había derribado un avión francés en la región de Trípoli. Esta información fue sin embargo desmentida por Francia.

Un portavoz del ejército libio denunció que las fuerzas “enemigas” habían bombardeado objetivos civiles en Trípoli, Misrata, Zuara y Bengasi, así como un hospital en Bir Osta Miled, a 15 km al este de la capital.

Poco antes, la televisión había indicado que centenares de libios se habían congregado en torno al cuartel general de Gadafi en Trípoli y a otros eventuales blancos de la coalición, como el aeropuerto, para protegerlos.

“Todo el pueblo libio está conmigo y están dispuestos a morir por mí, los hombres, las mujeres y los niños”, dijo Gadafi, citado por un portavoz del régimen, en un mensaje enviado antes del ataque al presidente estadounidense, Barack Obama, y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

“Si intervienen en nuestro país, lo lamentarán”, advirtió Gadafi, en el poder desde 1969, en otro mensaje enviado al presidente francés, Nicolas Sarkozy, al primer ministro británico, David Cameron, y a Ban Ki-moon.

Obama le dijo por su lado a Gadafi que “los actos tienen consecuencias”, en referencia a la virulenta represión que el líder libio desencadenó contra su propio pueblo.

Obama también anunció desde Brasil, donde realiza una visita oficial, haber autorizado una “acción militar limitada”, aunque reiteró que excluía un despliegue de tropas norteamericanas en territorio libio.

El inicio de la ofensiva internacional provocó disparos de celebración en la ciudad rebelde de Al Marj, a 100 km de Bengasi, la capital de los insurgentes, indicaron periodistas de la AFP.

El régimen libio anunció el viernes un alto el fuego unilateral en acatamiento de la resolución de la ONU, pero este sábado se registraron bombardeos en Bengasi (a 1.000 km al este de Trípoli).

Miles de personas huyeron de la ciudad, pasto de varios incendios.

Tras la cumbre de París, Sarkozy anunció: “En acuerdo con nuestros socios, nuestras fuerzas aéreas se opondrán a cualquier agresión de los aviones del coronel Gadafi contra la población de Bengasi. Desde ahora nuestros aviones impiden ataques aéreos contra esa ciudad”.

El régimen libio aseguró sin embargo que respetaba el alto el fuego y acusó a “las bandas de Al Qaida”, término con el que designa a los rebeldes, de haber atacado a unidades militares apostadas al oeste de Bengasi.

En la reunión de París participaron los países occidentales y la Liga Árabe.

Esta organización ya había aprobado la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia; uno de sus miembros, Qatar, confirmó que participará en el operativo militar, suministrando aviones.

Rusia, que se había abstenido en la votación del Consejo de Seguridad, dijo que lamentaba la intervención militar extranjera.

El comité de la Unión Africana (UA) rechazó “toda intervención militar” en Libia y exigió “una acción urgente para una solución africana a la crisis gravísima que atraviesa el país hermano”.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, calificó de “irresponsable” y de “injerencia” la acción internacional.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, dijo que la intención de la coalición no era “imponer un régimen a Libia”, sino “ayudar al pueblo libio a librarse” de Gadafi.

La operación internacional empezó a las 16H45 GMT, con un bombardeo aéreo francés contra un vehículo “claramente identificado como perteneciente a las fuerzas pro Gadafi”, indicó el portavoz del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas francesas, Thierry Bruckhard. Era “un vehículo enemigo que amenazaba a la población civil”, agregó.

En la hora siguiente, aviones franceses Rafale y Mirage 2000 llevaron a cabo otras tres incursiones contra vehículos blindados de las fuerzas de Gadafi al este de Bengasi.

Las operaciones se proseguirán durante toda la noche, precisaron las fuentes militares francesas.