Países occidentales liderados por Francia, Estados Unidos, varios países árabes y la ONU definieron el sábado en París el operativo militar contra el régimen libio del coronel Muamar Gadafi y poco después tuvo lugar el primer ataque aéreo.

Un avión de combate francés efectuó su primer disparo en Libia a las 16H45 GMT contra un “vehículo indeterminado”, anunció en París el estado mayor de las Fuerzas Armadas, tras concluir en la capital francesa una cumbre internacional que definió el dispositivo militar para frenar la ofensiva del dirigente libio contra su oposición.

“En acuerdo con nuestros socios, nuestras fuerzas aéreas se opondrán a cualquier agresión de los aviones del coronel Gadafi contra la población de Bengasi. Desde ahora nuestros aviones impiden ataques aéreos contra esa ciudad”, afirmó el presidente francés Nicolas Sarkozy al término del encuentro.

“Otros aviones franceses están ya preparados para intervenir contra blindados que amenacen a civiles desarmados”, advirtió Sarkozy anfitrión de esa cumbre que reunió, entre otros, al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, al primer ministro británico David Cameron, a su par alemana, Angela Merkel y también al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

La cumbre de París se llevó a cabo 48 horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara, tras días de arduas negociaciones, una resolución autorizando el uso de la fuerza contra las tropas de Gadafi para proteger a la población civil de su ofensiva contra los rebeldes.

Esa resolución prevé también la aplicación de una zona de exclusión aérea y el control de un embargo sobre las armas.

“Todos los participantes” en la cumbre de París reafirmaron la “advertencia” lanzada la víspera a Gadafi para que cumpla un alto el fuego “inmediato” y retire a las fuerzas que atacaron a la población civil”, sostuvo Sarkozy.

“El coronel Gadafi ha despreciado esa advertencia”, sostuvo Sarkozy que justificó la “intervención en Libia bajo mandato del Consejo de Seguridad (…) para proteger a la población civil de la locura asesina de un régimen que asesinando a su pueblo ha perdido toda legitimidad”.

Además de Francia y Gran Bretaña, que en las últimas semanas venían impulsando la adopción de medidas de esta índole, también confirmaron su participación en el dispositivo militar España, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Noruega. Grecia podría poner bases a disposición.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en París que su país participará con un avión cisterna y cuatro aviones de combate F-18 para realizar patrullas aéreas en el marco de la zona de exclusión aérea.

Canadá anunció el envío de siete aviones de combate.

Estados Unidos aportará sus “capacidades únicas”, es decir los medios militares que los aliados no tienen, declaró en París la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton.

Mientras, en Brasilia, el presidente estadounidense Barack Obama afirmaba: “nuestra coalición está lista para actuar”.

Qatar, a quien Gadafi lanzó amenazas, también confirmó que participará en el operativo militar suministrando aviones.

De momento no está muy claro el papel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Francia, que “garantiza el liderazgo de la operación militar en el espacio aéreo libio”, como afirmó el primer ministro belga, Yves Leterme, rechaza que la Alianza Atlántica intervenga en ataques aéreos.

“Unos veinte aparatos” franceses participan en la operación lanzada el sábado y el portaaviones “Charles de Gaulle” zarpará el domingo hacia Libia, anunció el portavoz del estado mayor francés Thierry Burckhard.

“El coronel Gadafi todavía puede evitar lo peor conformándose sin demora y sin reservas a todas las exigencias de la comunidad internacional”, advirtió el mandatario galo, para quien con esta decisión, “junto a sus socios árabes, europeos y estadounidenses, Francia decidió asumir su papel ante la Historia”.