La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) advirtió este sábado sobre los riesgos para los humanos del consumo de alimentos procesados contaminados luego de que las autoridades japonesas detectaran niveles anormales de radiactividad en leche y espinacas.

El ministerio de Salud japonés confirmó que se detectó yodo radiactivo en niveles más elevados de lo normal en alimentos cerca de la dañada central nuclear de Fukushima 1, en el noreste de Tokio, dijo la AIEA en un comunicado.

“Aunque el yodo radiactivo tiene una corta media vida de unos ocho días y decae naturalmente con el paso de las semanas, existe un riesgo a corto plazo para la salud humana si los alimentos contaminados con yodo radiactivo son consumidos”, indicó la AIEA en Viena.

“Si se consume, puede acumularse y causar daños a la tiroides”, añadió.

“Los niños y la gente joven corren un riesgo particular de daños en la tiroides por la ingestión de yodo radiactivo”, agregó.

Suministrarse pastillas de yoduro de potasio puede ayudar a prevenir que las sustancias -yodo radiactivo- se acumulen en la tiroides, dijo la AIEA señalando que las autoridades japonesas recomendaron a los evacuados de los alrededores de la planta nuclear tomar esas pastillas a modo de precaución.

No se encontraron isótopos radiactivos en dosis fuera de lo normal en otros productos de consumo, añadió.

Japón detectó niveles radiactivos más altos de lo normal en leche y espinacas en las prefecturas de Fukushima y de Ibaraki, cercanas a la central nuclear accidentada dramáticamente por el sismo y el tsunami del viernes 11, liberando, días después de una seguidilla de accidentes, sustancias radiactivas a la atmósfera.

También se detectaron sustancias radiactivas en el agua corriente de Tokio y de otras localidades, pero en niveles inferiores al límite legal, indicó la agencia de prensa japonesa Kyodo.

El gobierno japonés dijo que tanto los alimentos contaminados como el agua controlada no representan “una amenaza inmediata”.