La campaña electoral llegó a su fin en Haití, antes de la segunda vuelta del domingo de los comicios presidenciales, dominados por el retorno triunfal del ex presidente Jean Bertrand Aristide, una situación que inquieta a los países occidentales.

La campaña, que opone al cantante popular Michel Martelly y a la intelectual Mirlande Manigat, culminó oficialmente la noche del viernes horas después del regreso de Aristide al país tras siete años de exilio en Sudáfrica.

Manigat, una ex primera dama de 70 años, no pudo pronunciar su discurso final de campaña, pues debió suspender su último acto electoral por un apagón en Puerto Príncipe.

De acuerdo con un último sondeo divulgado el jueves, Martelly, más conocido por su nombre artístico “Sweet Micky”, reunirá el domingo 53,4% de los votos contra 46,6% para Manigat.

Pero el índice de participación, que se anticipa débil en el país más pobre de las Américas, dificulta cualquier pronóstico: apenas 23% de los electores inscriptos votaron en la primera vuelta del 28 de noviembre para elegir entre los 18 aspirantes iniciales.

“¿Para qué? Nadie nos ayuda”, dijo Francine, una habitante de Puerto Príncipe, cuando se le preguntó si iba a votar. “Tengo tres hijos y nadie que pueda cuidarlos mañana (domingo) para ir a votar”, añadió quien vive en un campo de refugiados a 500 metros de la suntuosa residencia de Aristide.

Como ella hay unos 800.000 haitianos que aún residen en los improvisados campamentos instalados en Puerto Príncipe tras el devastador sismo que afectó a la capital en enero de 2010, y dejó un saldo 220.000 muertos y más de un millón de personas sin hogar.

Esta segunda ronda se ve complicada por el regreso de Aristide, muy popular entre los más pobres, al punto que muchos de sus partidarios podrían decidir no acudir a las urnas.

Aristide, de 57 años, debió abandonar el poder en 2004 bajo la amenaza de una insurrección armada y presiones de Estados Unidos y de Francia, que lo consideraban incompetente.

París y Washington advirtieron contra su retorno dos días antes de los comicios del domingo, para que su desarrollo no se viera afectado.

El ex presidente, recibido por miles de personas en el aeropuerto de la capital, asegura que su intención es trabajar en el sector educativo para ayudar a su país a recuperarse del sismo del año pasado.

Sin embargo, no se abstiene de realizar declaraciones políticas: desde su regreso el viernes, condenó la exclusión de su partido, Fanmi Lavalas, del proceso electoral.

También estimó que la situación de Haití se degradó tras su partida del poder: “Luego de siete años, el estado del paciente Haití ha empeorado”, aseguró.

Según el analista político haitiano Vernon Jean, el regreso de Aristide no es una coincidencia. “Uno tiene la impresión de que la gente está buscando un líder que no ha encontrado desde la partida de Aristide. Él se va a posicionar como un líder indispensable”, dijo Jean a la AFP.

Asimismo, el regreso el pasado 16 de enero tras 25 años de exilio en Francia del ex dictador Jean-Calude ‘Baby Doc’ Duvalier, ya había complicado el panorama político.

Duvalier es objeto de causas en la justicia haitiana por corrupción y enfrenta varias demandas por violaciones a los derechos humanos.

En un país sin ejército y controlado por los cascos azules de la ONU, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo este sábado esperar que los comicios se desarrollen “en una atmósfera de calma y pacífica”.

Los resultados de la primera ronda anunciados a principios de diciembre dieron lugar a violentas protestas que dejaron varios muertos.

El Consejo Electoral Provisorio finalmente modificó los resultados y excluyó de la segunda vuelta al candidato oficialista Jude Celestin, acusado de fraude, que había llegado en segundo lugar detrás de Manigat, en beneficio de Martelly, que había salido tercero.

La semana pasada, tres muchachos que colgaban afiches en favor de Manigat fueron asesinados.

Los resultados preliminares del balotaje serán anunciados el 31 de marzo y los definitivos se esperan para el 16 de abril.

Los 4,7 millones de electores convocados al comicio deberán elegir asimismo a sus senadores y diputados.