El ginecólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, doctor Jorge Sandoval, afirmó que las mujeres son más propensas a padecer trastornos del sueño que los hombres debido a aspectos asociados al ciclo menstrual, embarazo y lactancia.

Con motivo de celebrarse este viernes el Día Mundial del Sueño, el facultativo fue consultado respecto a esto, expresando, por ejemplo, que las mujeres mayores y de tercera edad, muestran un sueño poco profundo y tienden a despertares nocturnos, producto de enfermedades físicas, como la artritis, artrosis, desórdenes respiratorios y los bochornos de la menopausia”.

“Por tanto, expresó el doctor, es de suma importancia que las mujeres se preocupen de la calidad de su sueño. El estrés agudo, la depresión, los temores y otros factores emocionales pueden afectar los patrones de sueño normal. Dormir bien es esencial para la mujer moderna, ya que un buen dormir afecta positivamente su desempeño en el mundo social, laboral y en su bienestar general”, sostuvo el médico.

Del mismo modo, agregó, durante el período premenstrual algunas mujeres informan somnolencia diurna excesiva, fatiga y que duermen por más horas durante este período.

“Los cambios en los patrones de sueño con frecuencia se asocian con otros síntomas premenstruales. Por ejemplo, calambres abdominales, irritabilidad, excesivo deseo de comer y cambios emocionales. Estos problemas de sueño desaparecen comúnmente pocos días después que se inicia el ciclo menstrual. A algunas mujeres estas modificaciones del ciclo, las afectan más y se muestran más irritables y tensas lo que les impide conciliar y mantener el sueño y en algunas ocasiones, tales problemas del dormir pueden transformarse en un insomnio crónico”, afirmó Sandoval.

Por ello, dijo, es recomendable que tengan un horario regular para levantarse y acostarse, una dieta saludable y evitar el estrés. Si los problemas de sueño interfieren con su desempeño diario, es recomendable que visiten al médico.

A su vez, durante el embarazo las mujeres informan sentirse muy fatigadas en el día y dormir por más horas, este es un cambio universal en el requerimiento de sueño y probablemente es causado por el aumento de los niveles de la hormona progesterona durante este estado.

En el último trimestre del embarazo las futuras madres presentan una deficiente calidad de su sueño. Varios estudios han confirmado que ocurren algunos cambios en los patrones cuando se duerme: la cantidad de ondas lentas de sueño (estados profundos de sueño) disminuye y se incrementan los despertares nocturnos.

La mujer presenta dificultades para dormir en ciertas posiciones. La eficiencia del sueño disminuye y la proporción de tiempo en que está despierta comienza a disminuir en el segundo trimestre y continúa así en el tercero.

Se recomienda que, durante el embarazo la mujer se preocupe de obtener un sueño reparador y suficiente, lo cual se logra manteniendo horarios regulares para levantarse y acostarse y evitando el alcohol y los fármacos hipnóticos.

Se aconseja a las embarazadas aprender técnicas de relajación muscular, las cuales son muy efectivas para promover un buen sueño. Asimismo, reducen las incomodidades que acompañan la gestación del hijo. También es importante seguir una dieta equilibrada, evitando los alimentos muy condimentados que provocan ardor de estómago.