El presidente Barack Obama pidió este jueves que se revisen todas las centrales nucleares de Estados Unidos, algunas de las cuales están cerca de grandes ciudades o peligrosamente erigidas cerca de líneas de fallas sísmicas, y otras ya superaron sus fechas de caducidad pero de todos modos siguen en actividad.

Obama dijo el jueves que ordenó un “chequeo completo” de la seguridad nuclear en Estados Unidos, y prometió “aprender” la lección del desastre nuclear ocurrido en Japón luego del reciente sismo.

“Cuando vemos una crisis como la de Japón, tenemos la responsabilidad de aprender de ella y sacar lecciones para garantizar la seguridad de nuestro pueblo”, afirmó.

“Es por eso que le pedimos a la Comisión de Regulación Nuclear que haga un chequeo completo de la seguridad de nuestras plantas nucleares ante el desastre que sufre Japón”, agregó.

Obama pidió que los 104 reactores nucleares de los 65 sitios que los albergan fueran revisados por segunda vez en momentos en que científicos advierten que los estándares reguladores vigentes no protegen a los estadounidenses de accidentes como el que actualmente sufren los japoneses a raíz del sismo del viernes.

Uno de los reactores más controvertidos es el de la planta de energía nuclear de Indian Point, en el estado de Nueva York. El complejo está a algo más de 1,5 km de la línea de la falla de Ramapo y a menos de 65 km de la ciudad de Nueva York.

Si un sismo sacudiera el área, y Estados Unidos tuviera que seguir las mismas recomendaciones impuestas en Japón -es decir, evacuar a la población en un radio de 80 km- el movimiento efectaría a aproximadamente 17 millones de personas, aseguran expertos.

“Debería ser cerrada. Esa planta, tan cerca de la ciudad es demasiado riesgosa”, dijo este jueves el gobernador del estado, Andrew Cuomo, después de que análisis del NRC mostraran que tiene el mayor riesgo de sufrir fallos durante un sismo.

Otra planta bajo escrutinio es la de Vermont Yankee, cuyas instalaciones tienen 39 años y cuya licencia fue renovada por otros 20 años por la NRC sólo un día antes del terremoto en Japón.

La planta enfrenta la oposición de legisladores locales y residentes de este estado del noreste conocido por sus actitudes liberales y ecologistas.

La planta de Vermont emplea el mismo tipo de reactores que cinco de los seis del complejo de Fukushima, que tienen un diseño de los años 60, conocido como reactor de agua en ebullición Mark 1.

Estados Unidos tiene 23 de esos reactores.

Japón intenta por todos los medios tratar de enfriar los reactores de la central nuclear de Fukushima, pero el pesimismo aumentaba en todo el mundo, desencadenando una fuga masiva de extranjeros de Tokio.