China ordenó una inspección general de la seguridad de sus centrales nucleares y suspendió cualquier aprobación de proyecto de nueva planta, tras la crisis provocada en Japón por los daños en la central de Fukushima.

Estas decisiones fueron tomadas y anunciadas por el Consejo de Asuntos de Estado (gobierno), que se reunió el miércoles en medio de las crecientes preocupaciones en China por la situación en Japón.

Las medidas prevén “una inspección inmediata y completa de la seguridad de las infraestructuras nucleares en China” y un examen de “las centrales nucleares en construcción”, según el comunicado.