El gobierno israelí elevó el domingo el nivel de alerta policial por temor a represalias después del asesinato de una familia de cinco personas en una colonia judía de Cisjordania y autorizó la construcción de cientos de viviendas en ese territorio palestino.

El entierro de la familia Fogel -los padres y sus tres hijos, entre los cuales había un bebé- asesinados a puñaladas mientras dormían el viernes de noche en la colonia de Itamar (norte de Cisjordania), estaba previsto el domingo al mediodía en Jerusalén.

Mientras tanto, el ejército y los servicios de seguridad israelíes continuaban su búsqueda del o de los asesinos en la región de Nablus (norte de Cisjordania).

Por el momento no se anunció ninguna reivindicación verosímil de esta matanza.

La policía israelí incrementó el nivel de su alerta, sobre todo en Jerusalén, por temor a actos de venganza contra palestinos por parte de extremistas judíos.

“Estamos dispuestos a hacer frente a eventuales desórdenes durante los funerales de las víctimas”, dijo a la AFP Micky Rosenfeld, el portavoz policial.

Colonos encolerizados entraron la noche del sábado a la aldea palestina de Burin, un foco de tensión cerca de Nablus, lanzando piedras e incendiando una casa, según los habitantes. El ejército intervino rápidamente para dispersar a los agresores, indicaron testigos a la AFP.

El sábado, el primer ministro Benjamin Netanyahu pidió “moderación” a los israelíes. “Pido a todos los israelíes que actúen en forma responsable, con moderación, y que no se hagan justicia por su cuenta. Cuando alguien se hace justicia, ya no hay más justicia. Esta responsablidad incumbe únicamente al ejército y a las fuerzas de seguridad”, insistió Netanyahu.

Hace varios días que reina una gran tensión entre los campesinos palestinos y los colonos judíos extremistas en esa región agrícola del norte de Cisjordania.

La matanza de Itamar también fue condenada por la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas, la ONU, el Cuarteto para Medio Oriente (Estados Unidos, Naciones Unidas, Unión Europea y Rusia) y Francia.

A nivel político, el gobierno israelí reaccionó a ese ataque autorizando la construcción de “cientos de viviendas” en las colonias de Cisjordania.

“La comisión ministerial encargada de los asentamientos decidió ayer (sábado) la construcción de varios cientos de unidades de viviendas en Gush Etzion, Maale Adumim, Ariel y Kyriat Sefer”, anunció un comunicado de la oficina del primer ministro.

Esas cuatro colonias se encuentran entre las más pobladas de Cisjordania y forman parte de lo que los responsables israelíes llaman “bloques de asentamientos” que deben, según ellos, ser anexados en todo acuerdo de paz con los palestinos.

El dirigente de Yesha, la principal organización de los colonos, Danny Dayan, se congratuló ante ese “pequeño paso en la dirección correcta” y pidió a Benjamin Netanyahu que apruebe otros permisos de construir en Cisjordania ocupada.

En cambio, la Autoridad Palestina manifestó su oposición categórica. “La Autoridad Palestina condena enérgicamente la decisión del gobierno israelí de acelerar la construcción de viviendas en las colonias”, declaró a la AFP el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erakat.