Es improbable que las radiaciones que emanan de las centrales nucleares dañadas por el terremoto en Japón lleguen a Estados Unidos en proporciones que puedan dañar a la población, afirmaron expertos este domingo.

“Dados los miles de kilómetros que separan a ambos países, Hawai, Alaska y las costas y territorios del oeste estadounidense no deberían experimentar niveles peligrosos de radiactividad”, estimó en un comunicado la Comisión de Regulación Nuclear (NRC) de Estados Unidos.

Este organismo recordó que había enviado dos expertos en reactores a Japón como miembros de un equipo de la Agencia Norteamericana de Ayuda al Desarrollo (USAID).

El sismo del viernes, de 8,9 grados en la escala Richter, seguido de un maremoto, provocó la declaración del estado de emergencia en dos centrales nucleares japonesas por el temor a una fusión en el corazón de los reactores.

Una explosión tuvo lugar el sábado en el reactor 1 de la central Fukushima, mientras que el reactor 3 de dicha central experimenta problemas de enfriamiento similares a los del reactor 1.

El domingo se registraron niveles elevados de radiactividad en otra central, la de Onagawa, a pesar de que las autoridades aseguraron que sus tres reactores estaban “bajo control”.