El presidente de Ecuador, Rafael Correa, derogó este sábado el estado de excepción que decretó la víspera ante la “amenaza inminente” de tsunami tras el terremoto de 8,9 grados de magnitud en Japón, anunció el mandatario.

“Desde este momento el país ya no se encuentra en estado de excepción”, dijo Correa al firmar la derogación durante su informe semanal de labores.

El texto indica que “la advertencia de desastre natural que amenazaba a los ecuatorianos ha terminado y ha transcurrido el tiempo que los científicos determinaron para la afectación de las costas americanas”.

En el marco del estado de emergencia, el gobierno dispuso la evacuación de los pobladores de la costa del Pacífico, medida que fue acatada por 238.634 personas, según el gobernante.

Correa reiteró que los efectos del sismo y el maremoto en Japón sólo ocasionaron “daños mínimos” en su país.

“En (el territorio insular de Galápagos) hubo inundaciones, mientras que en el continente se sintió muy poco la marejada. Sin embargo en la península de Santa Elena se reporta la destrucción de algunas embarcaciones”, indicó.

“Pero no hubo mayores daños porque no nos llegó con fuerza el tsunami como en un principio temíamos y también por las precauciones tomadas”, agregó el jefe de Estado, quien defendió la declaración del estado de excepción como una “medida correcta”.

Correa dijo también que el éxito de los planes de evacuación “es un logro del país entero, que ha avanzado mucho en la reacción frente a potenciales desastres”.