Ecuador declaró este viernes el estado de excepción y ordenó evacuaciones preventivas en la costa del Pacífico ante una “amenaza inminente” de tsunami tras el terremoto de 8,9 grados de magnitud que golpeó a Japón, anunció el presidente Rafael Correa.

El mandatario leyó un decreto que declara “el estado de excepción hasta por 60 días ante la amenaza inminente de tsanmi que podría producirse en todo el cordón costanero y en la provincia de Galápagos, ante el terremoto acaecido en Japón”.

Asimismo, “se ordena la evacuación de todas las personas que habitan en el filo costanero del país y de la provincia de Galápagos a efecto de tutelar las vidas humanas”, agregó Correa al leer el decreto en una rueda de prensa.

“Si no pasa nada, qué bueno, pero no podemos arriesgar media vida humana”, afirmó Correa, quien pidió “encarecidamente la cooperación” de los pobladores y advirtió que no aceptará “negligencias ni necedades”.

Previamente, el gobierno ecuatoriano había declarado una alerta de tsunami, pero sin ordenar evacuaciones.

“Tienen que ir a tierras altas, hay sectores muy vulnerables como Esmeraldas, pero también la Península de Santa Elena. En Galápagos y todo el perfil costanero tienen que ir a tierras altas”, remarcó el presidente.

Correa dijo que las Fuerzas Armadas “resguardarán los bienes de las personas para evitar saqueos” y pidió actuar con “absoluta calma”, pues hay “tiempo para una evacuación ordenada”.

El director del Instituto Oceanográfico de la Armada de Ecuador, Jorge Cárdenas, estimó que las primeras olas del fenómeno estarían llegando a las costas ecuatorianas hacia las 19H30 locales (00H30 GMT del sábado).