Un plan de mediano y largo plazo para enfrentar las secuelas psicológicas que dejó a los damnificados el terremoto y tsunami ocurrido hace más de un año, en especial en el borde costero, solicitó al Ministerio de Salud, la diputada socialista Clemira Pacheco en su calidad de integrante de la Comisión Investigadora sobre Seguimiento del Proceso de Reconstrucción.

Esto luego de recibir antecedentes muy generales por parte del subsecretario de Salud Pública Jorge Díaz, quien expuso lo que ha hecho el gobierno para abordar el estado de salud mental de los afectados por el terremoto.

“La información que se nos entregó fue bastante general, no existen datos concretos aún sobre cuáles son los problemas más recurrentes ni cuánta es la población afectada. Recién se está trabajando en los informes”, explicó la parlamentaria.

En la misma ocasión, el subsecretario de Salud Pública informó a los diputados que se cuenta con cinco equipos móviles y se espera aumentar a nueve distribuidos en la zona del borde costero. Sin embargo, reconoció que no ha sido posible contratar siquiatras. “No explicó por qué, sólo dijo que no se había logrado contar con atención especializada de siquiatra, así que los equipos móviles sólo cuentan con sicólogos y asistentes sociales”, señaló la diputada Pacheco.

En opinión de la parlamentaria, lo expuesto por el subsecretario deja de manifiesto que este aspecto “no es prioritario para el gobierno, algo que no nos parece correcto. Es necesario, además de abordar la reconstrucción material, contar con un programa específico de intervención para recuperar los estados anímicos de los damnificados. Lo que vivimos no lo vamos a olvidar, pero se puede controlar y tratar de enfrentarlo de mejor forma”, recalcó.

Del mismo modo, la diputada Pacheco planteó que es necesario contar con equipos de intervención destinado a los campamentos, “porque allí se viven dos tipos de situaciones, las que corresponden a efectos del terremoto mismo y las que tiene relación con el hacinamiento, la cesantía y la incertidumbre que viven muchas familias”.

Durante la sesión de la Comisión Investigadora, también expuso el siquiatra de la Universidad de Concepción, Mario Valdivia quien dio cuenta de un estudio realizado entre 1.123 niños de doce localidades de la región, principalmente del borde costero. En lo sustancial, dicho informe establece que un 21,2% de los niños presenta estrés post traumático. Las cifras más altas corresponden a Dichato con 29,5%; Tubul con 28,8% y Talcahuano, específicamente el sector Santa Clara con 24,5%.