La OTAN y la UE analizarán hasta el viernes en Bruselas sus opciones, incluidas militares, para hacer frente al líder libio Muamar Gadafi, si bien Occidente privilegia por ahora la prudencia ante la posibilidad de intervenir en un país petrolero del mundo árabe.

Los jefes de la diplomacia de la Unión Europea (UE) abrieron el jueves una reunión para estudiar las diversas opciones sobre la mesa, desde la posible creación, en el plano militar, de una zona de exclusión aérea en Libia, hasta el trato que se debe reservar a la oposición del régimen de Gadafi.

“No queremos entrar en una guerra en Africa del Norte”, advirtió el ministro alemán, Guido Westerwelle, mostrándose “escéptico” sobre la opción de la zona de bloqueo aéreo, que tendría por objetivo impedir volar a la aviación militar de Gadafi.

La operación es compleja puesto que primeramente se requiere neutralizar todas las defensas antiaéreas del régimen libio para que los aviones de una eventual fuerza internacional operen con los mínimos riesgos posibles.

“Todas las opciones deberían estar abiertas” en caso de que se produjera una “masacre” en Libia, abogó en cambio el titular finlandés, Alexander Stubb.

La opción militar será discutida especialmente a partir de las 13H00 GMT en la sede de la OTAN, entre el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, y sus 27 homólogos de la Alianza.

Conscientes de que una intervención militar de la OTAN en Libia puede ser muy mal percibida en el mundo árabe, los aliados insisten en que para actuar necesitan un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y el aval de los países de la región.

Francia y Gran Bretaña presentaron ante la máxima instancia de Naciones Unidas un proyecto de resolución para crear una zona de exclusión aérea en Libia, aunque por ahora China y Rusia, dos miembros permanentes con derecho a veto, se oponen a adoptar tal medida.

Washington, todavía embarcado en Irak y Afganistán, aboga porque toda opción militar se tome en el marco de la OTAN y bajo mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.

Mientras Gadafi prometió dar batalla si la comunidad internacional impone una zona de exclusión aérea, Mustafá Abdeljalil, líder de la oposición que preside el Consejo Nacional de Transición (CNT) pidió ayuda extranjera.

“Si no hay una intervención internacional, Gadafi destruirá nuestro país. Le da igual si la gente muere”, afirmó Abdeljalil, ex ministro de Justicia, en una entrevista a la prensa alemana.

“Una zona de exclusión aérea es todo lo que queremos (…) Pero no queremos soldados extranjeros en Libia”, insistió.

Francia tomó el jueves la decisión de reconocer al CNT como el único “representante legítimo del pueblo libio” y pidió a la UE que “inicie un diálogo” con los rebeldes.

España admitió mantener contactos con el CNT pero abogó porque toda decisión sobre su reconocimiento “se tome en el marco de la UE”, según la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que participaba en la reunión en Bruselas preparatoria de una cumbre de los líderes de los 27 el viernes sobre Libia.

El jefe de la diplomacia portuguesa, Luis Amado, que el miércoles se reunió en Lisboa con un emisario de Muamar Gadafi, aseguró haberle transmitido el mensaje de que el régimen libio “está acabado”.

“El mensaje que transmití es que el régimen de Gadafi está acabado, que su legitimidad está acabada”, afirmó Amado, cuyo país fue elegido para presidir el Comité de Sanciones a Libia de la ONU.

A la espera de una eventual resolución de la ONU, la OTAN, así como la UE podrían aportar su apoyo militar para la evacuación de civiles que huyen de Libia o en eventuales operaciones humanitarias.