En deplorables condiciones se encuentran viviendo los habitantes de dos aldeas que se levantaron tras el terremoto en las comunas de Arauco y Lota. La situación sanitaria en estos campamentos es preocupante.

Celina Melita Muñoz, de 64 años, lo perdió todo tras el tsunami que el 27 de febrero de 2010 arrasó la caleta Llico en la Provincia de Arauco. Luego de quedar con lo puesto, vino una etapa de miedo mientras vivían en el cerro, hasta que les anunciaron la entrega de viviendas de emergencia.

A un año, la trágica experiencia asume ahora una nueva forma: la de la falta de dignidad y pésimas condiciones sanitarias, en el único campamento de Llico, donde viven esencialmente niños y adultos mayores, y donde llevan alrededor de 6 meses con las fosas sanitarias colapsadas.

Las aguas servidas llegan a unas vegas aledañas al campamento, donde se abastecían las aves, ahora muertas, de Celina Muñoz. La situación es tan desesperante, que Celina está dispuesta a adoptar acciones drásticas.

No lo pasaron mejor en el campamento La Granja de Lota donde viven 19 familias. 10 días pasaron sin agua, según contó a Bío-Bío la vecina Salomé Muñoz, con una serie de inconvenientes.

Ahora cuentan nuevamente con el servicio, pero tuvo que asistir un fiscalizador de la Seremi de Salud para que se repara la ruptura de una cañería.