El vice gran canciller de la Pontificia Universidad Católica, Andrés Arteaga, renunció a su cargo debido a los fuertes cuestionamientos en su contra por haber defendido a Fernando Karadima. En el marco de este caso, mañana la Corte de Apelaciones decidirá si se reabre o no la causa.

Andrés Arteaga | UC.cl

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A pesar de que desde que estalló el caso Karadima muchos acusaron al obispo auxiliar de Santiago, Andrés Arteaga, de ser su cómplice, no hubo consecuencias por ello.

Hasta que un grupo de la Universidad Católica pidió que dejara el cargo de vice gran canciller de esa casa de estudios, lo que se concretó ahora mediante su renuncia.

Esto tras haber sido acusado por una de las víctimas de los abusos del sacerdote, Fernando Karadima, de amenazarlo para que no contara lo ocurrido.

La petición formal de su salida se hizo a través de una carta abierta dirigida al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, con más de mil firmas de ex alumnos y estudiantes de esta casa de estudios, que se sumó a las fuertes críticas que había recibido Arteaga cuando defendió públicamente a Karadima.

Razones que habrían impulsado la renuncia de Arteaga, que a juicio de Ezzati, que en su calidad de gran canciller asumirá sus funciones, tuvo una destacada labor en la misión eclesial y universitaria.

La decisión de Arteaga fue valorada por el ex secretario general de la Federación de Estudiantes de la UC, Nicolás Sepúlveda, quien fue uno de los propulsores de la carta abierta que pedía su salida.

Esta determinación se da ad portas de la revisión que hará la Corte de Apelaciones del caso Karadima, que el abogado de las víctimas, Juan Pablo Hermosilla, pretende reabrir.

La idea de Hermosilla es dejar sin efecto la resolución judicial que cerró el caso por considerarlo prescrito.