El presidente Sebastián Piñera trató el domingo de apaciguar a Israel, después de que Chile reconociera a Palestina, afirmando que la creación de este Estado sería al fin y al cabo algo bueno para el Estado hebreo.

“Chile simplemente reconoció el Estado Palestino porque siempre hemos pensado que Israel tenía derecho a vivir en paz al interior de fronteras seguras y reconocidas internacionalmente”, dijo Piñera en inglés.

“Pensamos también que el pueblo palestino tiene el derecho a un Estado libre y democrático”, agregó ante los periodistas, después de haberse reunido con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Jerusalén.

El 7 de enero, Chile reconoció a Palestina como un Estado “libre e independiente”, imitando a varios otros países de América Latina.

Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador reconocieron a Palestina como “un Estado libre e independiente al interior de las fronteras de 1967″, es decir antes de la guerra israelí-árabe de los Seis Días y la ocupación del franja de Gaza, de Cisjordania y de Jerusalén Este.

Sin embargo, Chile se abstuvo de mencionar el trazado de las fronteras.

El domingo, Piñera afirmó que el reconocimiento del Estado palestino es totalmente compatible con una paz negociada.

“Es por eso que cuando reconocimos el Estado palestino, dijimos muy claramente que la mejor manera de lograr una paz fuerte, segura y duradera era la de las negociaciones directas entre los dos países”, dijo el mandatario chileno.

“Si encuentran un acuerdo, entonces la paz será construida sobre piedra y no sobre arena”, agregó.