Silvio Berlusconi, el jefe del gobierno italiano procesado por fraude fiscal, corrupción de testigos, abuso de poder y prostitución de menor, decidió asistir a partir de ahora a todos sus juicios en Milán, anunciaron el sábado sus abogados.

“Hay una atención particular respecto a él. Es por ello que considera oportuno venir en persona a defenderse”, declaró el abogado Niccolo Ghedini, agregando que de su parte “hay toda la disponibilidad para que esos procesos se lleven a cabo rápidamente”.

Según el abogado, Berlusconi tiene la intención de participar en todas las audiencias, incluso en las dedicadas a las declaraciones de testigos.

Su presencia deja prever una “atención my particular” del público y de los medios de información, especialmente el 6 de abril próximo, fecha fijada para el examen del llamado “Rubygate”.

En esa causa, el Cavaliere, de 74 años de edad, es acusado de haber pagado por tener relaciones sexuales con la marroquí Karima El Mahrug, alias Ruby Rubacuori (“Ruby robacorazones”) cuando la joven era aún menor de edad.

Es acusado asimismo de abuso de poder por haber presionado a la policía de Milán, en mayo pasado, para que Ruby fuera liberada tras ser detenida por robo.

Ambos niegan haber mantenido relaciones sexuales. “Yo era la única chica que había guardado su ropa y, para hacer algo, traía de vez en cuando bebidas no alcohólicas” al jefe del gobierno, declaró a la prensa Ruby, describiendo escenas subidas de tono de las fiestas organizadas en la mansión de Berlusconi en Arcore, cerca de Milán.

No obstante, los magistrados milaneses decidieron que Berlusconi sea objeto de un “juicio inmediato”, procedimiento acelerado que presupone la “evidencia de prueba”.

Hace ya varios años que el jefe del gobierno no asiste a las audiencias y se hace representar por sus abogados.

Sus defensores desplegaron hasta el presente un arsenal jurídico, en particular el “impedimento legítimo” ligado a su función y la inmunidad penal, para atrasar los procedimientos.

Esta vez, en cambio, Ghedini negocia con los jueces un calendario que permita a Berlusconi asistir a todas las audiencias teniendo en cuenta sus obligaciones de presidente del consejo.

Y es que, tras una suspensión de cerca de un año debida a una ley sobre la inmunidad que lo protegía pero que fue parcialmente anulada por el Tribunal Constitucional, las citas de Berlusconi con la justicia son numerosas.

El 26 de febrero fue reanudado el proceso del caso Mediaset, grupo de televisión de su propiedad, en el que es acusado de fraude fiscal y de falsificación de balance.

El 11 de marzo comparecerá por corrupción de testigo en el marco del proceso Mills, en el que es acusado de haber pagado 600.000 dólares a cambio de un falso testimonio de su ex abogado, el británico David Mills, en los años 1990.

Este sábado en Milán, una audiencia preliminar que debía decidir sobre su eventual comparecencia ante los tribunales por un caso de abuso de confianza (Mediatrade) fue postergada hasta el 28 de marzo a raíz de un problema de procedimiento: su hijo, Pier Silvio Berlusconi, acusado de fraude fiscal en la misma causa, no había recibido la convocación.

Silvio Berlusconi fue condenado en el pasado a un total de seis años y cinco meses de prisión por corrupción, falsificación de balance y financiación ilícita de un partido político, pero fue sobreseído posteriormente o se benefició de la prescripción de los cargos.