Las filtraciones de cables diplomáticos estadounidenses por parte de Wikileaks causaron “serio daño” a la relación entre Estados Unidos y México, según el presidente Felipe Calderón en declaraciones reproducidas este viernes por el Washington Post.
“Causó serios daños. Esa es la verdad. Por supuesto, estoy dispuesto a trabajar con el gobierno estadounidense y con el presidente y el Congreso. En realidad, no solamente necesito hacerlo, sino que además quiero hacerlo”, explicó Calderón.
El presidente mexicano, que fue invitado por su homólogo estadounidense Barack Obama el jueves a la Casa Blanca, realizó esas declaraciones en un encuentro con editorialistas del diario capitalino.
Preguntado sobre si había perdido confianza en el embajador estadounidense en México, Carlos Pascual, Calderón respondió: “es difícil construirla (la confianza) y es fácil perderla”.
Los cables diplomáticos de Wikileaks muestran a la jefatura militar mexicana poco preparada cuando el presidente Calderón decidió desplegar a miles de soldados para hacer frente al narcotráfico en diciembre de 2006.
Uno de los cables reproduce declaraciones del embajador Pascual criticando el hecho de que la Marina había podido capturar a un alto narcotraficante gracias a información estadounidense que el Ejército mexicano había descartado.
Calderón enfatizó el jueves, durante la rueda de prensa con Obama, que las fuerzas de seguridad mexicanas y el ejército habían perdido “miles” de hombres, y agradeció que su anfitrión lo reconociera.
El embajador Pascual estaba incluido en la lista de participantes del encuentro entre Calderón y Obama, según había explicado el miércoles una alta fuente del gobierno estadounidense bajo anonimato.
El embajador “está haciendo un tremendo trabajo para apoyar los intereses estadounidenses y a nuestros aliados mexicanos”, había explicado esa fuente en teleconferencia con periodistas.
Calderón y Obama reafirmaron en su quinto encuentro bilateral su intención de intensificar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado.
