Phil Collins | Wikipedia
Agobiado por problemas de salud y por lo que parecer ser un severo cuadro depresivo, la leyenda del rock británico, Phil Collins, anunció su retiro definitivo del mundo de la música.
En una conversación con la revista FMH recogida por The Telegraph, el cantautor de 60 años confesó que sus crecientes problemas auditivos, una vértebra dislocada y el daño en un nervio de su mano le impiden ponerse otra vez al frente de una batería. Y pese a que los médicos le señalaron dentro de un año podría recuperarse, Collins es pesimista al respecto.
“La verdad es que no creo que pueda volver a tocar jamás la batería”, señaló, recordando que hace unos años ya había indicado que la única forma que tenía de empuñar las baquetas era “pegándoselas a las manos con cinta adhesiva”.
Sin embargo la verdadera razón del retiro del ex líder de Genesis puede estar más en su estado de ánimo y la oscura concepción que tiene de su legado. “Es un buen momento para detenerme. No creo que nadie me extrañe”, confidenció.
“Ahora miro los premios MTV y pienso: ¿cómo podría estar en un negocio como este? No pertenezco a este mundo y dudo que alguien vaya a darse cuenta de que ya no estoy. Sería mucho mejor si me borro totalmente de la historia”, señaló.
Collins, cuya popularidad le llevó a vender millones de discos y ganar 7 Grammys, 2 Globos de Oro y un Oscar, entre otros premios, lamentó que -irónicamente- fuera su éxito el que le llevara a sobreexponer su música y hacer que la gente “quisiera estrangularlo”.
“En realidad, es comprensible que la gente me odie. Lamento que todas esas cosas hayan tenido tanta difusión. Francamente nunca quise que las cosas funcionaran de ese modo”, señaló.
“Creo que un día me iré hacia un misterioso viaje en bicicleta y nunca regresaré. Esa sería una fantástica forma de darle un final al asunto, ¿no creen?”, se lamentó el músico, quien desde su 3º divorcio vive solitario en su residencia suiza.
Pese a todo, Collins parece encontrar algo de luz en sus dos hijos menores, más que en sus pasadas glorias artísticas.
“En realidad no me preocupa volver a tocar la batería. Me preocupa más el ser capaz de cortar una rebanada de pan sin hacerme daño, o poder jugar a construir cosas con mis hijos”, sentenció.
