Con un traje negro, camisa blanca y corbata celeste llegó al patio de San Dámaso en el Vaticano, el presidente Sebastián Piñera, junto a su esposa Cecilia Morel, la cual vestía de riguroso negro y una mantilla que dejaba ver sólo su rostro. El encuentro con el papa Benedicto XVI se sostuvo en la biblioteca del palacio pontificio.

En el lugar y seguido por 13 personas, Milton Juica, presidente de la Corte Suprema; 3 ministros -entre ellos la jefa de la cartera de Bienes Nacionales, Catalina Parot- y 9 parlamentarios; el mandatario mantuvo el primer encuentro, en el que tomó la mano del Sumo Pontífice, besando su anillo papal.

En este diálogo, el presidente Piñera le comentó al papa que el año 2010 fue difícil, haciendo alusión al terremoto y a los 33 mineros, pero concluyendo que al final igual fue un buen año.

Posterior a ello, la comitiva entregó al jefe de la iglesia católica obsequios, destacando una biblia en mapudungún que llevó el senador Francisco Chahuán.

En la ocasión, Sebastián Piñera recibió de manos de Benedicto XVI una medalla de oro del pontificado, y a su vez el mandatario entregó una réplica del Incensario de la Catedral de Santiago.

Posterio a ello, el Jefe de Estado se refirió al encuentro, indicando que el Papa le entregó palabras de aliento por la lucha que ha dado por la defensa de la vida desde la Concepción hasta la muerte natural.

El mandatario confirmó que invitó a Joseph Ratzinger a Chile.

En tanto, la primera dama Cecilia Morel, señaló que ella personalmente pidió en su encuentro con el papa, por todos los damnificados por el terremoto y que ilumine al Gobierno de la Coalición, en especial a su esposo.

La visita de Estado terminó con las reuniones con el secretario del vaticano Tarciso Bertone y el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, sin que se confirme si se abordó el tema de Fernando Caradima.

Posterior a ello, el Presidente de la República abordó el avión de la Fuerza Aérea para trasladarse a Medio Oriente.

De ello se refirió el canciller Alfredo Moreno, quien indicó que la visita tiene un valor simbólico, ya que Chile siendo un país pequeño demuestra que sí le importa lo que ahí ocurra.

Esta gira a Israel, Palestina y Jordania son históricas en un presidente chileno.