Diputados socialistas pidieron la reapertura de la comisión investigadora de las resoluciones de la Corema, luego que WikiLeaks revelara que Estados Unidos presionó al Gobierno para aprobar la construcción de Campiche.

A pesar de que está terminado el informe final y ya había fecha para su votación, los diputados socialistas quieren reabrir la comisión investigadora que el año pasado revisó las resoluciones de la Corema.

Esto luego que un cable de WikiLeaks revelara que el embajador de Estados Unidos, Paul Simons, aseguró que la ministra de Vivienda de la época, Patricia Poblete, le habría prometido que el Gobierno aprobaría la construcción de la central termoeléctrica Campiche.

Lo que preocupó al diputado, Alfonso de Urresti (PS), quien aseguró que esto viene a demostrar que los proyectos eléctricos en Chile se aprueban por voluntad política y no por méritos técnicos, por lo que la comisión tendría vigencia.

Juicio con el que coincidió su par, Marcelo Díaz, quien planteó la necesidad de citar a ex ministros y actuales jefes de cartera que transparenten el lobby hecho por empresas extranjeras, como AES Gener, dueña del proyecto Campiche.

Ante lo cual, el ex ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, no se atrevió a afirmar que la acusación sea cierta, pero reconoció que de comprobarse que fue así, se trataría de un error grave.

Según el presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, sólo incentivos económicos por parte de la empresa estadounidense podrían explicar la aprobación del proyecto por parte del consejo municipal de Puchuncaví.

Una de las formas que se ha planteado para enfrentar conflictos como éste es regular el lobby a través de una ley.