El presidente yemenita, Alí Abdalá Saleh, cuya renuncia es exigida por multitudinarias manifestaciones desde el 27 de enero, acusó a Israel y Estados Unidos de “orquestar” la revuelta árabe, en declaraciones publicadas este martes por la prensa.

Los acontecimientos que agitan al mundo árabe “desde Túnez hasta el sultanato de Omán (…) son una tempestad orquestada desde Tel Aviv, bajo la supervisión de Washington”, afirmó el jefe del Estado, en el poder desde hace 32 años.

Saleh agregó que las protestas en Yemen, donde la oposición organiza este martes una manifestación masiva en Saná, “no son más que un intento de imitar” las insurrecciones en otros países árabes, y sostuvo que “Yemen no es ni Túnez ni Egipto, y el pueblo yemenita es diferente”.