A miles de metros de profundidad en los océanos se esconden especies que iluminan la oscuridad de inexplorados abismos. Allí donde la luz como la conocemos, jamás ha llegado, estas criaturas generan su propia energía.

Se estima que entre el 80 a 90% de la extraña fauna de la profundidad oceánica es bioluminiscente, una cualidad necesaria y evolutiva imprescindible para la vida en esas condiciones. La luz tiende a ser verde y azul, colores que les sirven para viajar muy lejos en el mar, atraer a su pareja, atraer a sus presas o confundir a predadores.

Esta cualidad se explica como un proceso químico complejo, en el que la oxidación de la proteína “luciferina” es catalizada por la enzima “luciferasa”. La luciferina acompañada de la enzima luciferasa, la molécula energética ATP y el oxígeno, genera la luz bioluminiscente.

El sitio Wired recogió 9 de las más impresionantes imágenes de estos increíbles seres vivos:

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