Comerciantes y operadores turísticos de Dichato, señalan que a pesar de los esfuerzos, el turismo disminuyó, por el temor de la gente a un nuevo maremoto. Lo que acarreó bajas de ventas y arriendos en la zona.

Tras la catátrofe del 27 de febrero, dichatinos se las rebuscan para levantar el alicaido comercio de la zona. Problema que no resuelven, a pesar de la ayuda que privados y el Gobierno les otorgan.

Eugenio Lispenger, dueño de la rotiseria “El sause”, perdió la mitad de su local por el tsunami, actualmente y gracias a la venta de propiedades, logró levantar nuevamente su negocio. Expresó que ya no viven de los veraneantes y que diariamente deben rebuscarselas para mantenerse.

La baja en los arriendos es otro sintoma de la disminución de visitantes que acarreó la catástrofe. Viviana Agurto, arrienda piezas hace varios años y explicó que en esta fecha era muy dificil encontrar un lugar donde quedarse, pero ahora sólo tiene reservada una habitación.

Quienes van todos los años a disfrutar de los encantos de la playa, tambien notaron la baja en las aglomeraciones.

Marcela Osorio, perdió su tienda, tras la avasalladora ola, por lo que ahora atiende un local en el denominado Mall de Dichato, expresó que sus ventas disminuyeron, porque son pocos, los que arriban al balneareo en está epoca por el miedo a las réplicas.

El Boulevar cuenta con 22 locales, en donde atienden dichatinos que perdieron sus negocios luego del desastre del 27 de febrero pasado. Autoridades crearon esta estructura en la búsqueda de incentivar el turismo en el sector, el que se mantiene muy bajo, a pesar de estar en época estival.

Por el momento, comerciantes, y arrendatarios, aburridos de esperar, se las siguen ingeniando para entusiasmar a los veraneantes que cada año visitaban las paradisiacas playas de Dichato.